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Trump cena con Netanyahu en la Casa Blanca para debatir el cese del fuego en Gaza
La libertad de rehenes secuestrados por Hamas y la destrucción del proyecto atómico de los ayatollahs son prioridad absoluta para el presidente de los EE.UU. y el primer ministro de Israel, reunidos en Washington.

La Casa Blanca luce hoy como una fortaleza protegida por decenas de agentes del servicio secreto, camiones que bloquean todos sus accesos por la Pennsylvania Avenue y patrullas de la policía local, a la espera de la llegada del premier israelí Benjamín Netanyahu, que esta noche cenará con Donald Trump para acordar una agenda común que permita resolver la profunda crisis en Medio Oriente.
Netanyahu se aloja en Blair House, a escasos metros del Salón Oval, y antes de la cita con Trump mantuvo reuniones con Marco Rubio -secretario de Estado- y Steve Witkoff, enviado especial de Estados Unidos en Medio Oriente.
Netanyahu rechaza estas tres exigencias de Hamas, y así lo confirmó durante los encuentros que mantuvo con Rubio y Witkoff en Blair House.
En cuanto al proyecto atómico de Irán, el primer ministro de Israel descarta abrir una nueva negociación con los ayatollahs y propone repetir la ofensiva aérea sobre las instalaciones nucleares de Fordow y Natanz, si se comprobara que allí continúa el enriquecimiento de uranio.
El líder republicano tiene intenciones de acordar un cese del fuego con Hamas antes de que concluya julio, y está dispuesto a aceptar que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se muevan desde el norte de Gaza al sur para satisfacer -parcialmente- una de las exigencias de la organización terrorista.
Hamas pretende el retiro total de las tropas israelíes, y Trump propone un repliegue que le permitiría a Netanyahu mantener control territorial y evitar una crisis política en su gobierno.
La coalición oficialista que sostiene a Netanyahu como primer ministro necesita -si o si- a los partidos ultra-ortodoxos, que rechazan un cese del fuego con la retirada del ejército israelí desplegado en Gaza.
Con la propuesta de Trump, esa posibilidad quedaría casi resuelta: no hay retirada definitiva y por lo tanto, no habría causa política que pueda detonar al gobierno de Netanyahu.
Es que Netanyahu también rechaza que el cese del fuego sea definitivo, una condición sine qua non que presenta la organización palestina para liberar a 10 rehenes vivos y los cuerpos de 18 secuestrados que fueron asesinados en el ataque terrorista del 7 de octubre de 2023.
Netanyahu quiere anular la capacidad militar y política de Hamas, y desde su perspectiva, ello no ocurriría si acepta una tregua definitiva en Gaza. Desde la perspectiva del premier israelí, un cese del fuego total en la Franja permitiría que Hamas reagrupe sus fuerzas y otra vez pueda poner en peligro la seguridad de Israel.
En este contexto, Netanyahu reiterará esta noche a Trump que la tregua debe ser de 60 días, a la espera de una nueva negociación que logre la libertad total de los rehenes y asegure el exilio definitivo de la conducción terrorista de Hamas.
Al margen de las negociaciones con Hamas, Trump y Netanyahu tratarán la situación con Irán, que aún insiste con mantener su proyecto nuclear.
Trump apela a la estrategia de negociación, y por eso el enviado Witkoff viajará a Oslo para encontrarse con el canciller iraní Abbas Araghchi Netanyahu considera que ese viaje es un gesto político que no tendrá resultados factibles, y a cambio, propone diseñar una nueva ofensiva aérea contra las instalaciones nucleares de Irán.
El presidente de Estados Unidos no descarta esa hipótesis de conflicto, pero primero quiere esperar los resultados del cónclave entre Witkoff y Araghchi.
Trump ya demostró que no dudará en atacar Irán, si en definitiva considera que es la vía más efectiva para destruir el proyecto atómico del líder fundamentalista Ali Khamenei.
Via: infobae