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Un mes después del paso de Otis, la reconstrucción avanza lentamente en la devastada Acapulco
Con el lodo inundando las calles, sin agua y en silencio, así es como el puerto de Acapulco va a recibir el inicio de la época decembrina, una de las más fructíferas para el comercio local en tiempos normales, pero que este año estará marcada por la incertidumbre de sus los habitantes, que siguen sin ver una salida a las devastadoras consecuencias del huracán Otis.
“Acapulco vive solo de tres estaciones: diciembre, que es la más grande para nosotros, Semana Santa y un poco de verano. Diciembre es la más esperada y no nos vamos a levantar,”, lamentó Jesús Zamora, presidente de Infraestructura del Consejo Consultivo de Turismo en la región, quien insiste en que toda la ciudad está “destrozada”.
Lejos de la zona turística, los habitantes de las áreas altas de este puerto del Pacífico mexicano siguen trabajando en la reconstrucción de sus hogares, que quedaron arrasados por los deslaves provocados por Otis, y en la recolección de basura de las calles. Según las autoridades mexicanas, la población ya ha recogido más de 200,000 toneladas de desechos tras el paso del huracán.
Además, la desconfianza con la gestión y las cifras del desastre que maneja el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador sigue rondando las calles, no solo de Acapulco, sino también de todos los municipios aledaños que fueron golpeados por Otis.
Una de las controversias principales es el número de fallecidos. El Ejecutivo afirma que el huracán causó 50 muertos, pero los habitantes se mantienen escépticos y algunos aseguran que la cifra de víctimas mortales real podría llegar a 300. El mandatario del país ha descartado esos datos, señalando a la oposición política de difundirlos para desacreditar a su Gobierno.
“No vamos a limitarnos en presupuesto. Hay dinero suficiente, lo que se necesite, no hay techo financiero. Lo que se requiera para rehabilitar Acapulco y mejorar la situación de su pueblo”, declaró López Obrador durante un discurso el pasado 24 de noviembre, con la promesa de que reconstruirá el puerto mexicano “en muy poco tiempo”.
Además, el mandatario mexicano afirmó que ya estaba en marcha un plan de apoyos económicos directos para la reconstrucción de pequeños locales y hogares en los municipios de Coyuca de Benítez y Acapulco, dos de las entidades más afectadas por el siniestro.
Con poco más de un millón de habitantes, Acapulco es uno de los centros turísticos más importantes para México, al dejar ganancias millonarias año con año para el Gobierno federal. El pasado 25 de octubre, el huracán Otis, de categoría 5, la máxima, arrasó de manera inesperada con la infraestructura del lugar, dañando al menos el 80% de los hoteles y el 95% de los comercios locales.
Aunado a la ola de violencia que ya azotaba a la ciudad antes del paso de Otis, los habitantes se enfrentan ahora al segundo mes de una larga reconstrucción, la cual, de no llegar el apoyo necesario, puede durar años y afectar al sector productivo de uno de los estados más pobres de México.
Via: france 24