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Visita de Xi Jinping a Francia concluye sin grandes compromisos

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En su segundo día de visita a Francia, el 7 de mayo, el presidente de China, Xi Jinping, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, compartieron un almuerzo “informal”. Después de los actos oficiales del primer día de encuentro, Macron esperaba convencer a Xi de actuar para reducir el desequilibrio comercial entre Europa y China, más el mandatario chino no se mostró dispuesto a realizar concesiones. Entérate aquí

En un pueblo de los Pirineos, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, recibió al presidente de China, Xi Jinping, durante su segundo y último día de visita diplomática en el país el 7 de mayo. Uno de los principales objetivos del mandatario francés era obtener un entendimiento con su homólogo chino sobre la necesidad de equilibrar el comercio entre Europa y el gigante asiático, abriendo más puertas para las empresas europeas en China y brindando menos subsidios públicos a las empresas chinas exportadoras. Aunque Xi dijo que aceptaría mantener discusiones sobre puntos de fricción en el comercio, negó que China tuviera un “problema de sobreproducción”.

“Xi señaló constantemente su buena voluntad de discutir con sus interlocutores franceses, pero no aportó concesiones tangibles sobre los temas más importantes”, dijo Mathieu Duchatel, analista del centro de investigación Institut Montaigne, a Reuters.  Desde el punto de vista europeo, las subvenciones públicas que China da a las empresas exportadoras resultan en una sobreproducción que inunda el mercado europeo. La Unión Europea (UE) investiga actualmente las subvenciones a los vehículos eléctricos producidos en China, por ejemplo, para determinar si “amenazan con causar un perjuicio económico a los productores de dichos vehículos en la UE”.

Según datos de Eurostat, la UE registró un déficit comercial con China de 292,000 millones de euros en 2023 (la UE importó más productos chinos de los que exportó hacia ese mercado). Para algunos analistas, la visita diplomática no era tanto para llegar a acuerdos comerciales concretos, sino para crear un acercamiento que ambas partes podrían necesitar si el republicano Donald Trump volviera al poder en Estados Unidos en las elecciones presidenciales de noviembre. Entre quienes consideran esa hipótesis una posibilidad está Hosuk Lee-Makiyama, director del centro de investigación ECIPE, entrevistado por Reuters.

En los Pirineos, Xi y su esposa, Peng Liyuan, pudieron disfrutar de un espectáculo de baile y de un almuerzo tradicionales de Francia. Los consejeros del Elíseo optaron por un evento “informal”, alejado del protocolo después de un primer día de Xi en Francia marcado por actos oficiales, para facilitar los encuentros cara a cara. Sin embargo, esa estrategia no parece haber dado mayores resultados para los galos.

Xi Jinping es el “ganador” de esta visita, habiendo “consolidado su imagen como el ‘líder mundial’ mientras los occidentales le ruegan que resuelva los problemas europeos en Ucrania”, dijo un diplomático europeo a la agencia de noticias Reuters. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, invitada el lunes al Elíseo, dijo que esperaba que Beijing “utilizara toda influencia para terminar la guerra de agresión rusa”.

En respuesta a Von der Leyen, Xi consideró que “cuando fuera oportuno”, debería haber una conferencia internacional “reconocida por Rusia y Ucrania”, marcando así sus distancias con una cumbre por la paz que será organizada en Suiza en junio, y que Moscú boicotea.  Antes del inicio de la guerra en Ucrania, China y Rusia firmaron un acuerdo de “colaboración sin límites” y han mantenido estrechos vínculos desde el inicio de la guerra.

En la víspera, Macron aseguró haber conseguido “el compromiso de las autoridades chinas de abstenerse de vender armas a Moscú y a controlar estrictamente la exportación de bienes de doble uso”. Una declaración que no pasó desapercibida y es que la inteligencia de EE. UU. asegura que China ha vendido a Rusia, en los últimos años, equipamiento con el que Moscú podría fabricar armas.

El lunes se concluyeron varios acuerdos comerciales sobre la energía, las finanzas o el transporte, pero no se firmó ningún contrato. La mayoría de acuerdos eran por una cooperación o una renovación de compromisos ya existentes, excepto en el tema de la agricultura. A partir de ahora, China permitirá las importaciones de carne de cerdo de origen francés y los productores franceses esperan aumentar sus exportaciones un 10%.

Tras los actos diplomáticos del lunes, Macron y Xi realizaron una declaración conjunta en pos de una “tregua olímpica para todos los escenarios de la guerra”, como una “ocasión para trabajar en soluciones duraderas dentro del respeto completo al Derecho Internacional”.  Después de Francia, Xi Jinping viajará a Serbia y Hungría, en su primera visita a Europa en cinco años.

Via: france 24

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