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Vuelven actos de vandalismo a museos, la Mona Lisa fue la víctima
Este domingo, 28 de enero, dos mujeres arrojaron sopa de color naranja al lienzo de La Gioconda (siglo XVI), pintura de Leonardo da Vinci, que está protegido por una lámina de cristal instalada en 2005, y rápidamente pasaron por debajo de las barreras de madera que rodean el cuadro para dar un discurso ambientalista.
La acción, que duró casi dos minutos, fue reivindicada por el grupo Riposte Alimentaire y coincide con la revuelta de los agricultores franceses, quienes desde hace días han bloqueado cientos de kilómetros de carreteras para reivindicar mejores salarios, solicitar menos normas medioambientales y conseguir más proteccionismo.
Aunque algunos videos circulan en redes, empleados del Louvre, el museo más visitado del mundo, colocaron unos paneles negros para evitar que el público grabara la escena, luego la sala que acoge la obra (Salle des Etats) fue evacuada para iniciar las tareas de limpieza.
No es la primera vez que ‘La Gioconda’, el lienzo más famoso del mundo es objeto de un simbólico ataque. El 29 de mayo de 2022 un hombre vestido de anciana en silla de ruedas le lanzó un pastel y luego habló sobre el cuidado de la Tierra; hecho que se suma a otros dos episodios anteriores: en 2009 cuando un turista ruso le lanzó una taza de té y la primera vez, en 1956, cuando un estudiante boliviano le tiró una piedra.
La comida se ha usado en otras ocasiones con este mismo fin en diferentes museos: sopa de tomate sobre Los Girasoles de Van Gogh, en el Museo Barberini de Potsdam; puré de papa sobre Los almiares, de Monet, en el Museo Madame Tussauds de Londres; y un pastel sobre la figura de cera del Rey Carlos III. El 2022 fue el año en que particularmente el arte se vio atormentado por protestas de distintos grupos ecologistas como Extinction Rebellion, Just Stop Oil, Stop Fossil Fuel Subsidies y Última Generación.
Otras obras que han recibido este tipo de acciones han sido Pescadores en flor, de Van Gogh, en la Courtauld Gallery de Londres, por el grupo Just Stop Oil, el mismo que atacó La carreta de heno, del pintor británico John Constable. Dentro de las más afectadas están: La última cena, de Leonardo da Vinci, en la Royal Academy de Londres; la pintura cubista Masacre en Corea, en la Galería Nacional de Victoria de Melbourne; La joven de la perla, de Vermeer en la galería Mauritshuis de La Haya; El sembrador, de Van Gogh, en el Palazzo Bonaparte de Roma; Las Majas, de Goya, en el Museo del Prado de Madrid y Muerte y vida, de Klimt, en el Museo Leopold de Viena.
Hasta la fecha ninguna obra ha sufrido un daño real permanente y los grupos que realizan estas acciones han logrado atención para visibilizar sus causas, mientras que los museos siguen tomando nuevas medidas de seguridad.
Via: france 24