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Cinco linchados en Santa María de Jesús tras caos por sismos y saqueos, según PNC
Cinco presuntos saqueadores son linchados en Santa María de Jesús tras los sismos que afectaron la zona.

Santa María de Jesús, en Sacatepéquez, vive uno de los momentos más críticos de su historia reciente. A los severos daños estructurales provocados por una cadena de sismos desde el 8 de julio, se suma ahora una tragedia humana: cinco personas murieron linchadas por una turba, presuntamente por intentar saquear viviendas desalojadas tras los temblores.
Parte oficial de la PNC tras los hechos
El parte oficial de la Policía Nacional Civil (PNC) detalla que los fallecidos, aún no identificados, eran hombres y fueron golpeados y quemados por vecinos que los sorprendieron en plena madrugada del viernes 11 de julio. Las autoridades del Ministerio Público (MP) ordenaron el traslado de los cuerpos a la entrada de San Juan del Obispo, municipio de Antigua Guatemala, donde actualmente permanecen en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
Los hechos quedaron registrados en múltiples videos que circulan en redes sociales. En ellos se ve a decenas de personas gritando frases como “¡amárrenlo!” y “¡gasolina!”, mientras atacan brutalmente a los supuestos ladrones. El linchamiento ocurrió a pesar de la presencia de agentes de la PNC y del Ejército de Guatemala, quienes no lograron impedir el acto de justicia por mano propia.
Caos y temor: un pueblo sin luz, agua ni salidas
El alcalde de Santa María de Jesús, Mario Pérez, confirmó en una entrevista a un medio entrevista radial que la comunidad sigue sin energía eléctrica, con escasez de agua potable y rutas bloqueadas por derrumbes que dificultan la llegada de ayuda y de autoridades. Esto ha obligado a muchas familias a dormir en la calle, temiendo nuevos sismos y posibles saqueos.
“Mucha gente abandonó sus hogares, y los ladrones aprovecharon para meterse. Eso generó indignación. Tengo conocimiento de que capturaron a varios y fueron linchados cerca de la 1 de la mañana”, relató el jefe edil.
Los efectos del enjambre sísmico, que ya acumula unas 400 réplicas, han dejado a cerca del 50% de la población —aproximadamente 45 mil personas— con daños severos en sus viviendas. Muchas casas de adobe colapsaron, mientras que las de block presentan grietas o daños estructurales significativos. “Diría que casi todas están afectadas”, reconoció Pérez.
Una comunidad al límite
Ante la negativa de algunos vecinos a acudir a los albergues por temor al robo de sus pertenencias, la situación humanitaria se ha complicado. Aunque el Gobierno ha enviado insumos por vía aérea y la iglesia católica ha colaborado en la distribución, la crisis se profundiza por la falta de comunicación terrestre y la inseguridad.
Además, la afectación en el sistema de pozos ha limitado el acceso al agua. Según el alcalde, solo el 40% de ellos está funcionando tras restablecer parcialmente la energía. Dos pozos presentan grietas estructurales y requerirán reparaciones urgentes.
Muchos habitantes temen por su seguridad, por la pérdida total de sus viviendas y por la falta de información sobre si el Gobierno dispondrá de fondos para la reconstrucción. Mientras tanto, el Ministerio Público investiga el linchamiento múltiple, pero las autoridades aún no han informado sobre capturas o responsables identificados.