Crisis energética en Quetzaltenango persiste tras 18 días

La crisis por la falta de energía eléctrica en varias comunidades de Quetzaltenango, incluidas áreas cercanas al cerro Siete Orejas, se ha prolongado por 18 días, afectando gravemente a miles de familias, comercios y estudiantes. Pobladores exigen una solución inmediata, mientras las autoridades y la empresa distribuidora Energuate mantienen negociaciones para restablecer el servicio.

El pasado lunes 17 de marzo, se llevó a cabo una nueva reunión en la Gobernación Departamental con la participación de representantes de Energuate, líderes comunitarios y autoridades locales. Durante la sesión, los vecinos reiteraron su preocupación por los efectos que el prolongado apagón ha tenido en su vida diaria y economía.

Afectaciones a la población

Argentina Cottón, alcaldesa comunitaria de Tierra Colorada Alta, expresó su malestar y resaltó la difícil situación que enfrentan los habitantes.

“Hemos sido gravemente afectados. No podemos trabajar, los niños no pueden hacer sus tareas porque no tienen acceso a internet ni a dispositivos cargados. Los comercios también han sufrido grandes pérdidas, especialmente los que dependen de la refrigeración de productos”, manifestó.

Comerciantes locales han denunciado que la falta de electricidad ha provocado pérdidas económicas irreparables, pues muchos productos perecederos se han echado a perder. Además, negocios que dependen de equipos eléctricos, como panaderías y talleres, han tenido que suspender sus actividades.

Posiciones enfrentadas sobre la causa del problema

La controversia gira en torno a la infraestructura eléctrica. Según Energuate, el problema se originó cuando un poste de alta tensión colapsó, y aunque enviaron brigadas con el equipo necesario para reparar el daño, enfrentaron obstáculos en propiedades privadas que impidieron el acceso.

Un representante de Energuate aseguró que la empresa no se ha cerrado al diálogo y está buscando una solución viable.

“Desde el primer día llevamos el material para restablecer el servicio, pero no ha sido posible. Tenemos dos alternativas: mantener la línea en su trazo original o modificar la ruta para evitar conflictos con los propietarios de terrenos. Sin embargo, necesitamos que el área legal resuelva los permisos correspondientes”, explicó.

Por su parte, los vecinos cuestionan la demora en la resolución del problema y señalan que el conflicto sobre la ubicación de la infraestructura ha surgido después de más de 60 años de funcionamiento sin inconvenientes.

“Es injusto que miles de personas estén sin luz por un conflicto que se pudo prever y resolver antes. La electricidad es un derecho básico y necesitamos una solución ya”, enfatizó Cottón.

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