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Del espadín al bisturí: 152 años del Día del Cadete y la historia de un politécnico que nunca dejó de servir

Hoy celebramos no solo un aniversario, sino el legado de miles de guatemaltecos que, como cadetes, han hecho del honor y el servicio su camino. ¡152 años forjando líderes con corazón y disciplina!

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En San Juan Sacatepéquez, el amanecer de este 1 de septiembre no es uno cualquiera. Las notas del himno del cadete, el sonido de las salvas y el brillo de los espadines marcan el inicio de una jornada que, desde hace 152 años, honra el compromiso y el honor de quienes han pasado por las aulas y el patio de armas de la Escuela Politécnica. Es el Día del Cadete, una tradición que ha visto generaciones de guatemaltecos formarse en el servicio, el sacrificio y el liderazgo.

La fuerza de una tradición de 152 años

La Escuela Politécnica, fundada el 1 de septiembre de 1873 por el Acuerdo Gubernativo del 22 de mayo de 1872 y el Decreto 86 del 4 de febrero de 1873, abrió sus puertas con la misión de formar oficiales de carrera para el Ejército de Guatemala. Desde entonces, cada aniversario se celebra con una ceremonia cargada de simbolismo:

  • Entrega del espadín, símbolo de honor y compromiso.
  • Jura a la bandera, renovando el voto de lealtad a la patria.
  • 21 salvas en memoria de los cadetes y oficiales caídos.
  • Exhibiciones ecuestres y deportivas, muestra del entrenamiento y disciplina que caracteriza a los politécnicos.

En años recientes, las ceremonias han incluido también sellos postales conmemorativos, la presentación de libros históricos y la inauguración de infraestructura renovada, como el auditorio “General Justo Rufino Barrios” durante el 150.º aniversario en 2023.

De cadete a médico: la historia de Horacio Paredes

En exclusiva para esta conmemoración, Horacio Antulio Paredes Fernández, Coronel de Sanidad Militar jubilado, Diplomado en Estado Mayor (DEM) y actualmente Médico Dermatólogo, recuerda con emoción el día en que cruzó por primera vez el portón de la entonces Escuela Politécnica, ubicada en la Avenida de la Reforma, zona 10, en Ciudad de Guatemala. Ese histórico edificio, que hoy alberga dependencias del Ministerio de la Defensa Nacional, como la Dirección General de Capitanías de Puerto y el Centro de Conferencias del Ejército, sigue siendo conocido como la Antigua Escuela Politécnica.

Ingresó un 12 de junio de 1972, a las 14:05 horas, con apenas 17 años, un sueño y una maleta sobre la cabeza. Cuatro años y medio más tarde, se graduó como subteniente de Infantería, formando parte de la última promoción que egresó de esa sede histórica antes del traslado a su actual ubicación en San Juan Sacatepéquez.

“Nos formaron frente a la Guardia de Prevención y caminamos en posición de sapillo, con la maleta en la cabeza hasta el gimnasio. El director, en esa época, el general Efraín Ríos Montt, nos dio la bienvenida. Ese día entendí que empezaba un camino que me marcaría para siempre”.

Paredes se graduó con la promoción 85 de Caballeros Cadetes como subteniente de infantería el 18 de diciembre de 1976, con el número de cadete 2,869. Tras cuatro años y medio de formación, decidió que el servicio no terminaba ahí: estudió medicina en la Universidad de San Carlos, se especializó en dermatología y cirugía dermatológica en Guadalajara, México, y hoy, a sus 70 años, sigue ejerciendo como médico dermatólogo y cirujano dermatólogo.

“Las ocho palabras que aprendí en la Politécnica —Honor, Valor, Lealtad, Unión, Deber, Virtud, Ciencia y Fuerza— me acompañan todos los días, ya sea en el consultorio o en cualquier aspecto de mi vida”.

Momentos que forjan carácter

Recordar su paso por la Escuela también lo lleva a hablar de pruebas y anécdotas que moldearon su carácter:

“Las pruebas de confianza con caballos fueron lo más duro. Un día, una yegua me pateó la espinilla, caí y mi caballo salió corriendo. El instructor solo me dijo: ‘Vuelva a montar y continúe’. Aprendí que el miedo se domina volviendo a montar”.

No todo fue fácil. También vivió experiencias que le enseñaron a distinguir el verdadero liderazgo:

“En el primer semestre, un antiguo me golpeó con un cepillo de lustrar en la cabeza. Terminé en la enfermería. Hoy entiendo que eso no es disciplina, sino abuso. Pero también me enseñó que el liderazgo auténtico es el que guía con respeto”.

Un mensaje a las nuevas generaciones

Con la experiencia de una vida dedicada al servicio, el coronel y doctor dermatólogo Paredes envía un mensaje claro a quienes sueñan con portar el uniforme:

“Que se preparen física y mentalmente. Esta es una carrera de abnegación y sacrificio, pero también de superación. Y que no se queden solo con lo militar: abran camino en el conocimiento. El Ejército debe servir a la patria, a la población y no a la política”.

En el Día del Cadete, también hace un llamado a los guatemaltecos:

“Que vivamos nuestros principios y valores cívicos, que seamos más nacionalistas, patriotas y democráticos, para impulsar juntos el desarrollo que nuestro país tanto necesita”.

Más que un aniversario

Hoy, al cumplirse 152 años de la fundación de la Escuela Politécnica, el Día del Cadete no solo celebra a quienes portan el uniforme, sino también a quienes, como Paredes, han sabido llevar los valores politécnicos a todos los ámbitos de su vida.

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