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Expertos botánicos en Alta Verapaz, cuidan de La Monja Blanca y Horcalsa es uno de los mejores aliados

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La Flor Nacional de Guatemala es la Monja Blanca, está entre las más bellas del mundo y es conservada y cuidada por expertos botánicos en los bosques de Alta Verapaz, uno de esos aliados para su protección es Horcalsa.

Con un Acuerdo Gubernativo en febrero de 1934 la Monja Blanca, fue designada Flor Nacional, de acuerdo con el doctor Fredy Archila, ingeniero agrónomo y botánico, que ha dedicado su vida a la protección de la Flor Nacional, explica que no es fácil su reproducción, pues para que germine las semillas se requiere de un hongo benéfico en simbiosis con la raíz de un árbol.

Las orquídeas tienen una particularidad, por sus flores y su interacción ecológica con los agentes polinizadores y los hongos benéficos del suelo en donde forman procesos simbióticos. Se consideran los seres más evolucionados del reino vegetal, su reproducción inicia con la recolección de semillas de su especie, las cuales se cultivan utilizando frascos en ambientes controlados fuera de un organismo vivo, que luego son colocados en incubadoras para asegurar la humedad y temperatura adecuada para la fecundación.

Se extraen de los frascos y se colocan en macetas colectivas, previo a realizar la siembra en los maceteros, se desinfectan mediante la aplicación de lechada de cal Horcalsa, para eliminar agentes dañinos, principalmente bacterias que afectan el adecuado desarrollo y adaptación de las orquídeas.

Es ahí donde Horcalsa se convierte en un aliado indiscutible de la Flor Nacional, pues se trasladan a invernaderos donde nuevamente se aplica cal Horcalsa, de esa manera se evita la incidencia de insectos, gusanos y hongos dañinos; adicional, la cal sirve para equilibrar el pH del medio, mejorar la textura y estructura del suelo, permitiendo una mejor retención de agua y oxigenación del sustrato, así como aportar calcio, uno de los nutrientes más importantes para las plantas.

Como parte del cuidado, a través de la aplicación de cal sobre el sustrato, realizan aplicaciones foliares por aspersión, con una solución diluida a base de cal Horcalsa, que protege el follaje y tallo de ataque de insectos chupadores, gusanos o agentes microscópicos que se mueven en el aire.