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Extorsiones mantienen el liderazgo criminal: septiembre revela un repunte en delitos urbanos
Las extorsiones continúan marcando la pauta del crimen en Guatemala. El más reciente reporte de Club Seguridad revela que, durante septiembre, este delito volvió a encabezar las estadísticas con más de 2,000 casos, confirmando una tendencia que golpea especialmente a las zonas urbanas y a la población joven económicamente activa.

En Guatemala, la violencia continúa mostrando un rostro definido: las extorsiones siguen siendo el delito con mayor incidencia, consolidando un patrón donde las zonas urbanas, los jóvenes adultos y los fines de semana concentran la mayor parte de los ataques.
El Reporte de Incidencia Delictiva – septiembre 2025, elaborado por Club Seguridad, confirma que las dinámicas del crimen mantienen una tendencia preocupante, con un incremento generalizado en los hechos reportados.
Extorsiones dominan la escena criminal
Durante septiembre se registraron 2,062 casos de extorsión, cifra que mantiene a este delito como el de mayor peso en la criminalidad nacional.
Al igual que en meses anteriores, la extorsión a residencias continúa siendo la modalidad más frecuente, afectando de manera directa a familias y comunidades en todo el país.
El departamento de Guatemala sigue encabezando las estadísticas con 1,587 hechos, seguido de Escuintla (286) y Jutiapa (131).
De los delitos reportados, el 61.3 % ocurrió en áreas urbanas y el 38.7 % en zonas rurales, lo que refuerza la tendencia de concentración del crimen en centros poblacionales y comerciales.
Horarios y días más peligrosos
Los datos del informe confirman que el periodo de mayor riesgo fue entre las 12:00 y las 17:59 horas, con 1,516 incidentes, seguido por el bloque nocturno de 18:00 a 23:59 horas, que acumuló 1,133 casos.

En conjunto, estos dos tramos concentran más del 70 % de los delitos ocurridos en el mes.
Los viernes y sábados se mantienen como los días más violentos, con 405 y 394 hechos reportados respectivamente, correlacionando nuevamente la actividad delictiva con la movilidad y la vida social del fin de semana.

Perfil de las víctimas
En septiembre, las denuncias revelan que el 63.5 % de las víctimas fueron hombres (2,288 casos), mientras que el 36.5 % fueron mujeres (1,313 casos).
El grupo más afectado continúa siendo el de 26 a 35 años, con 649 hombres y 359 mujeres, seguido del rango de 18 a 25 años, evidenciando que la población económicamente activa sigue siendo la más expuesta a la criminalidad.
Por tipo de delito, los hombres fueron mayoría en extorsiones, homicidios y lesiones, mientras que las mujeres presentaron una mayor incidencia en casos de violencia intrafamiliar y hechos contra la sexualidad.
Tendencias criminales y evolución delictiva
El reporte muestra un leve aumento general respecto al mes anterior, alcanzando 3,610 hechos delictivos totales frente a los 3,550 registrados en agosto.
A nivel histórico, los delitos contra el patrimonio (robos y hurtos) sumaron 748 casos, seguidos de lesiones (311) y homicidios (242).
Los desaparecidos reportaron 165 casos, mientras que la violencia intrafamiliar y los hechos contra la sexualidad registraron 64 y 17, respectivamente.
Crimen adaptativo y desafíos para la seguridad pública
La persistencia de las extorsiones, combinada con un repunte en robos y hurtos, sugiere una evolución en las estrategias criminales, que aprovechan los horarios laborales y la vulnerabilidad de los espacios residenciales.
El desplazamiento del delito hacia entornos domésticos y urbanos refleja la capacidad de adaptación de las estructuras delictivas, que operan con creciente sofisticación.
Analistas advierten que, ante este panorama, la respuesta institucional debe priorizar la inteligencia territorial, el control financiero de las redes extorsivas y el fortalecimiento de la investigación digital, para contrarrestar la expansión del crimen organizado en entornos cotidianos.
Septiembre confirma que la criminalidad en Guatemala sigue teniendo un rostro urbano, joven y económico. Las extorsiones no solo marcan la pauta del delito, sino que redefinen el mapa del miedo: un país donde el peligro no se esconde en las calles, sino que toca la puerta del hogar.