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Hospitales gastan el 80% de su presupuesto en víctimas de accidentes de tránsito
Accidentes viales consumen el 80 % del presupuesto hospitalario en Guatemala, alerta el Ministerio de Salud.

Guatemala enfrenta una crisis sanitaria impulsada por los accidentes de tránsito, especialmente de motociclistas, que consumen hasta el 80 % del presupuesto hospitalario, según confirmó el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS).
El dato fue revelado por el titular del MSPAS, Joaquín Barnoya, quien subrayó que la atención médica derivada de estos siniestros viales representa la mayor carga económica para los hospitales nacionales. Esta situación pone en evidencia no solo una emergencia en el sistema de salud, sino también un problema estructural de movilidad urbana.
“El 80 por ciento del presupuesto hospitalario se utiliza en atender accidentes de tránsito. Los casos más comunes son traumas craneoencefálicos, fracturas expuestas, lesiones de columna y otras heridas de gravedad, especialmente en motociclistas”, indicó Barnoya.
El Hospital Roosevelt, uno de los principales centros asistenciales del país, reporta diariamente entre 8 y 10 ingresos por accidentes viales, el 79 % de ellos vinculados al uso de motocicleta. En consecuencia, casi todo su presupuesto en traumatología se destina a tratar estos casos, dejando otros servicios médicos desatendidos.
Una crisis con raíces profundas: el fracaso del transporte público
Más allá de la atención médica, el problema tiene un origen claro: la falta de un sistema de transporte público adecuado, seguro y accesible. Barnoya recalcó que “la motocicleta no es una elección, es una necesidad ante la ausencia de transporte colectivo eficiente”.
Con una ciudad capital de topografía mayormente plana, el ministro propuso promover el uso de bicicletas y el fortalecimiento de redes de transporte masivo como alternativas sostenibles. Sin embargo, la respuesta institucional ha sido lenta o inexistente.
“Este no es solo un problema del Ministerio de Salud. Es un tema multisectorial que necesita del involucramiento del Ministerio de Trabajo, el seguro social, gobiernos locales y el sector privado”, agregó el funcionario.
El costo oculto de la falta de datos
Otra limitante crítica es la ausencia de información técnica precisa sobre los costos reales de atención médica por paciente. Guatemala no cuenta con estadísticas actualizadas que permitan planificar presupuestos con criterio y proyección.
“Sin datos, no hay política pública eficiente”, enfatizó Barnoya. Esta carencia impide diseñar estrategias sostenibles y perpetúa un modelo reactivo, donde la improvisación reemplaza la prevención y la atención integral.
Efectos colaterales: salud pública al borde del colapso
La saturación por accidentes de tránsito deja en segundo plano otras necesidades médicas esenciales. Los hospitales priorizan la atención a víctimas de choques y colisiones, en detrimento de pacientes con enfermedades crónicas, cirugías programadas o emergencias pediátricas.