Nacionales
Refugiados mexicanos en Guatemala demandan soluciones frente al narcotráfico
Los desplazados, que incluyen ancianos, mujeres y niños, abandonaron sus hogares el 23 de julio tras intensas balaceras en su comunidad.
Un grupo de 217 mexicanos del estado de Chiapas se ha refugiado en la comunidad guatemalteca de Ampliación Nueva Reforma, ubicada en el municipio de Santa Eulalia, Huehuetenango, debido a la violencia generada por los cárteles del narcotráfico.
Los desplazados, que incluyen ancianos, mujeres y niños, abandonaron sus hogares el 23 de julio tras intensas balaceras en su comunidad.
“Salimos corriendo y dejamos nuestras casas, siembras y animales porque las balaceras no cesaban,” relató uno de los refugiados, quien pidió mantener su anonimato. Los mexicanos señalan que la situación en Chiapas, agravada por el conflicto entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, los obligó a huir. Según las familias afectadas, el reclutamiento forzado de jóvenes por parte de los grupos criminales incrementó su temor y la necesidad de buscar protección.
El Ejército guatemalteco ha desplegado personal para resguardar la frontera y garantizar la seguridad de los refugiados, asegurando que el conflicto no ha cruzado la frontera hacia Guatemala. Sin embargo, siguen llegando personas procedentes de México en busca de refugio.
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, informó que más de 500 mexicanos han buscado refugio en el país y que se están coordinando esfuerzos para proporcionar ayuda humanitaria. A pesar de estas declaraciones, los refugiados en Ampliación Nueva Reforma afirmaron no haber recibido asistencia oficial hasta el momento.
“Nuestro Gobierno nunca hizo nada por nosotros. Tenemos cuatro años con este problema y ahora tuvimos que salir corriendo,” explicó otro refugiado. La mayoría de ellos son agricultores de maíz que vendían su producto en mercados locales antes de verse obligados a abandonar sus tierras.
Las autoridades mexicanas han reconocido la disputa territorial en Chiapas entre los cárteles, lo que ha convertido la región en un campo de batalla por el control de rutas de drogas y migrantes.
*** Con información de EFE.