Nacionales
“Terrorismo internacional premiado por Bernardo Arévalo”
Dicha nación está hoy en manos de una administración dirigida por una organización islámica calificada como, grupo terrorista.
El Gobierno de Bernardo Arévalo, ha abierto un nuevo escenario de desaprobación y controversia por el voto que el pasado día 10 del presente mes, ordenó para favorecer la aceptación de Palestina como Estado ante el seno de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Dicha nación está hoy en manos de una administración dirigida por una organización islámica calificada como, grupo terrorista.
Para la Comunidad Judía de Guatemala, en voz de su presidenta en condición honorífica, Rebeca Permuth de Sabbagh, el voto emitido en el seno de la Asamblea por la actual administración gubernamental de Bernardo Arévalo, en representación del Estado de Guatemala, es repudiado y rechazado, por lo que guardan la esperanza que se recapacite de dicha posición política.
“Lo repudiamos por representar una recompensa al terror, darle voz a un grupo terrorista, lo que lleva a entender porque el gobierno de los Estados Unidos de América, como miembro del Consejo de Seguridad, vetó y ahora votó en contra de dicha intención, pues Palestina bajo el régimen de Hamas no llena las condiciones mínimas para pasar a formar parte de la comunidad de naciones democráticas. No queda ninguna duda que Hamas es una organización terrorista”, recalcó.
Aceptar que entre un Estado gobernado por terroristas es ir contra la filosofía de paz y respeto de derechos humanos universales contemplados por la Carta de la ONU, prosiguió Permuth; “no es necesario ser un experto en Derecho Internacional para arribar a tal conclusión, es inmoral y nos sentimos defraudados, aunque con el caso de Irán, que dirige el foro de Derechos Humanos, lo de Palestina, no sorprende”, expresó.
Permuth reveló que “el terrorismo islámico en la zona, ha llegado al extremo de contratar a mercenarios-sicarios que reciben pago por matar judíos. La sociedad palestina no ha alcanzado un nivel democrático que le califique como apto por ser recibido en el seno de la ONU y Guatemala se sumó, con el voto, a otorgarles un status que mejora su imagen”.
Ante la pregunta: ¿cómo afecta ese voto a la sociedad guatemalteca?, la dirigente puntualizó que al comparar lo actuado en este tema, por la administración gubernamental anterior y la actual, “el Gobierno de Arévalo, con su voto, premia y da un reconocimiento a que el secuestro, el asesinato, las masacres, la mutilación de sus víctimas, violaciones y robos contra inocentes civiles son medios legítimos para alcanzar sus objetivos, lo cual es seguro no es compartido por una gran mayoría de la sociedad guatemalteca”.
Agregó que muestra de ello es que, al hacerse público el tema, han sido incontables las manifestaciones de solidaridad con la comunidad judía que ha recibido por distintos medios, pues recae sobre la percepción de la legalidad y el respeto al derecho internacional de Derechos Humanos Universales.
Recordó que, sin ir a fechas muy lejanas, el pasado 5 de mayo, con motivo de la presentación del Museo del Holocausto en el marco de la “Conmemorando el Día de Recuerdo del Holocausto Judío” de la Segunda Guerra Mundial en manos de los alemanes Nazis, fueron extendidas sendas invitaciones al Presidente de la República, Bernardo Arévalo, a Carlos Ramírez Martínez, ministro de Relaciones Exteriores y al titular del ministerio de Educación, pero, aunque no tajante, diplomática es posible, la respuesta fue negativa a participar directa o a través de representación.
Se les puso en conocimiento que los objetivos de la actividad eran: el Día del Holocausto Judío, pedir u orar por la liberación de los secuestrados por Hamas-Hezbolah como principio humanitario y como punto especial, la presencia de una delegación judía que llegaría especialmente para dicha actividad.
Ciertamente la delegación no vino, canceló a última hora debido a que, entre sus integrantes había algunos con familiares de las 130 víctimas que Hamas mantiene aún en el cautiverio desde el siete de octubre de 2023, tras el secuestro de 250. Había la esperanza y expectativa de una promesa de liberación, que nunca se concretó.
Lamentó que se tiene información que un número no determinado de los 130 aún en poder de Hamas, han fallecido o bien, asesinados. “Se niegan a entregar los cadáveres, no permiten se les dé la sepultura que toda persona merece”, reveló.
Ante la interrogante, ¿todos los palestinos son terroristas y milicianos de Hamas? Permuth de Sabbagh respondió: “creo que la población civil palestina también es víctima directa de los integrantes de Hamas, también está secuestrada y aunque cierto porcentaje glorificó el terror del siete de octubre de 2023, los que se oponen han sido asesinados por los terroristas responsables de las muertes de civiles; como teoría queda demostrada que sea utilizada como escudo al utilizarla para parapetarse, esconderse, en las cercanías o bien dentro de escuelas, hospitales y zonas pobladas para lanzar sus operaciones terroristas”.
“La guerra es horrible y no toda la población palestina es inocente pero, también, no todos los inocentes son terroristas y en este complejo conflicto Israel solo se ha defendido, primero ha sido atacado y los reportes han ignorado las víctimas civiles del terrorismo islámico dentro de la población judía, ¿dónde está la condena contra esto? La comunidad de Naciones debería intervenir por ello, no solo pedir un cese al fuego”, puntualizó.
“Si realmente quisieran ayudar a la población civil palestina no militante-terrorista, deberían unirse para quitar a esa organización terrorista del poder, no hacer llamados que buscan que el Estado Judío no se defienda, cómo lo ha hecho desde su creación en 1947, al grado que su nombre lo determina: Fuerzas de Defensa de Israel, Israel se defiende y ha defendido en esa guerra cómo recientemente quedó demostrado”, recalcó.
Ante la interrogante, ¿cuál es la relación con la comunidad palestino-guatemalteca?, Permuth de Sabbagh respondió: “han coincido coyunturalmente en foros como la mesa de diálogo religioso, como la que impulsó la administración gubernamental pasada, donde estuvo presenta la comunidad musulmana y la experiencia fue siempre de respeto mutuo, no cercana; le gustaría pensar que algún día se podría trabajar conjuntamente en la construcción por la paz en la Franja de Gaza. Habría que esperar el momento apropiado”.
Para finalizar, la dirigente judío-guatemalteca planteó su agradecimiento a aquellas personas que “se han pronunciado solidariamente por esta acción del Gobierno de Arévalo, del cual esperan recapacite y reconsidere la postura política asumida, ya que el mensaje incentiva la arbitrariedad, el irrespeto a los Derechos Humanos Universales al premiar el terrorismo, que va en contra de la amistad histórica entre ambas naciones, pueblos, incluso, iniciada por su señor padre, Juan José Arévalo Bermejo, una realidad que Israel no se opone: la coexistencia de los dos Estados”.
El registro histórico
Guatemala formó parte de los 143 votos a favor para la aceptación del Estado Palestino, en el seno de la Asamblea de la ONU, aunque bajo una figura de “Observador”. Se registraron 25 abstenciones y 9 votos en contra, uno de estos, el de Estados Unidos de América.
La gubernamental Agencia Guatemalteca de Noticias (AGN), reportó que, para la administración de Arévalo, Palestina obtuvo así derechos pero sin voto, entre estos: ocupar un puesto entre los Estados miembros por orden alfabético; inscribirse en la lista de oradores y en relación con los puntos del orden del día ajenos a las cuestiones palestinas y de Oriente Medio; presentar propuestas y enmiendas y/o introducirlas individualmente o bien, en representación de un grupo.
La AGN sumó el derecho de elección ante la mesa del pleno y comisiones principales por parte de la delegación palestina. Participar en las conferencias y reuniones internacionales convocadas bajo los auspicios de la Asamblea General o bajo auspicios de otros órganos de la organización en consonancia con su participación en el foro político de alto nivel sobre el desarrollo sostenible
En 1948, administración de Juan José Arévalo Bermejo –padre del actual gobernante- Guatemala como país apoyó la creación de dos Estados, uno Judío-Israelita y el otro Palestino-Islámico en la Franja de Gaza, como lo determinó la ONU un año antes, pero, sin llegar a consolidarse debido a la oposición de los palestinos.
Luego, el 8 de abril de 2013, Guatemala y bajo la administración de Otto Pérez Molina, como país votó por el reconocimiento de Palestina como una nación independiente, soberana y libre, a pesar de la existencia de la conflagración que ha perdurado desde 1947.
La decisión de la administración de Bernardo Arévalo, originó en las subsiguientes horas reacciones de desaprobación, rechazo y cuestionamiento. Aunque con fecha 13 de este mes, un grupo de diputados ante el Congreso de la República, hizo circular en redes sociales la petición que presentarán ante la Junta Directiva del Organismo Legislativo, para interpelar por ello, al ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Ramírez Martínez.
En igual forma, partidos políticos como Vamos, Todos, Unionistas y Viva, se pronunciaron en contra del voto de la administración gubernamental de Bernardo Arévalo ante la ONU.