Opinión
POLITICAS DE GENERO EN LAS FUERZAS ESPECIALES EXPERIENCIAS GLOBALES – Lectura Diplomática
Es indudable que la mujer aporta mucho a todos los ámbitos de la actividad humana y en algunos incluso se desempeñan con mejores resultados que el sexo masculino…
![Lectura Diplomática](https://centranews.com.gt/wp-content/uploads/2024/05/Lectura-Diplomatica.jpg)
En días recientes se conoció la decisión del Comandante General de las Fuerzas Armadas de nuestro país de implementar políticas de género dentro del curso de fuerzas especiales KAIBIL del Ejército guatemalteco, que inicialmente implica una instrucción para la participación de la mujer y que podría incluir a futuro comprenda otras percepciones de géneros humanos.
En una entrega anterior me referí al alto reconocimiento que la comunidad internacional dentro de las Misiones de Paz en la Organización de las Naciones Unidas tiene de Guatemala por la entrega, dedicación, profesionalismo y capacidades que han desplegado nuestros contingentes militares y particularmente el renombre del coraje de nuestras fuerzas especiales KAIBIL, cuerpo élite que ya ha dado su máxima ofrenda por la paz con la vida de hermanos guatemaltecos caída en la linea de combate.
Es indudable que la mujer aporta mucho a todos los ámbitos de la actividad humana y en algunos incluso se desempeñan con mejores resultados que el sexo masculino cuando se atiende a las características generales de acusiocidad y atención que caracteriza a las mujeres.
En un proceso lento durante las últimas décadas la mujer ha ido avanzando en presencia y aporte dentro de las fuerzas armadas en múltiples países aun y cuando en el marco legal aplicable no existía una prohibición expresa para la participación de la mujer, ésta se empieza a notar desde la década de los 70s cuando elementos femeninos empiezan a formar parte de las filas del Ejército -en tareas fuera de primera línea de combate- resaltando la cooperación con la academia de enfermería militar mexicana que con el paso de los años permitieron tener a las primeras oficiales de género femenino en Guatemala.
La participación de la mujer en las fuerzas armadas guatemaltecas ha cubierto diferentes espacios funcionales pero no tenemos regulado en forma expresa la participación de ellas en la primera linea de fuego, como se requiere en el tema de las unidades de fuerzas especiales; entendiendo con esto que tampoco está prohibido, pero a la presente fecha ninguna mujer ha completado en forma exitosa el curso Kaibil, con sus estándares actuales.
Las unidades de fuerzas especiales por su naturaleza, sostienen un entramiento con las más altas exigencias físicas y psicológicas para preparar a sus integrantes a enfrenterse a los escenarios mas complejos de resistencia, proveyéndoles con herramientas, conocimientos y ante todo la fuerza interna personal para sobrevellevar las más adversas situaciones en el cumplimiento del objetivo de la misión que se ejecute. No existen casos de éxito que puedan citarse en este artículo en los que se identifiquen elementos femeninos en la primera linea de fuego integrando fuerzas especiales y los que se tienen reflejan participación feminina en tareas de apoyo al despliegue masculino de las mismas en esas líneas de fuego.
Al filósofo escosés del siglo XVIII Thomas Reid, fundador de la escuela filosófica del sentido común, se le atribuye la máxima “una cadena es tan fuerte como su eslabón mas débil” y esta frase resulta pertinente en el análisis de los efectos de la orden presidencial anunciada, por cuanto aplicada a las fuerzas especiales, su capacidad total en la primera línea de fuego estaría supeditada a la fortaleza del eslabón que por diseño natural resultaría el más débil, como se describe a continuación.
Un contingente de fuerzas especiales depende recíprocamente de las funciones y atribuciones de cada integrante de la misma, los KAIBILES operan bajo el postulado que “Para el Kaibil lo imposible esta hecho, lo imposible se hará” en referencia a la leyenda de las hazañas de sobrevicencia en la selva guatemalteca del guerrero Kaibil Balam en su prueba para tener el derecho como heredero del trono del pueblo Mam.
Por diseño biológico, en términos generales, la resistencia física del cuerpo femenino es menor que la fisionomía masculina y las pruebas físicas que son requeridas superar en el entrenamiento, que incluso candidatos hombres no logran superar, no debiesen ser disminuidas en su exigencia para dar paso a que candidatas mujeres puedan superarlas. La mejor prueba de esto son las competencias deportivas diferenciadas por género biológico.
La exigencia psicológica en el entrenamiento es extrema para lograr que cada Kaibil sea una columna sólida de su unidad en combate y someter a candadatas femininas a estas pruebas podría exponer a los instructores y a toda la cadena de mando pudiendo alcanzar incluso hasta al Comandante General de las fuerzas armadas a que se invoque la apliación del artículo 1 de la ley CONTRA EL FEMICIDIO Y OTRAS FORMAS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER que regula: “La presente ley tiene como objeto garantizar la vida, la libertad, la integridad, la dignidad, la protección y la igualdad de todas las mujeres ante la ley, y de la ley, particularmente cuando por condición de género, en las relaciones de poder o confianza, en el ámbito público o privado quien agrede, cometa en contra de ellas prácticas discriminatorias, de violencia física, psicológica, económica o de menosprecio a sus derechos. El fin es promover e implementar disposiciones orientadas a la erradicación de la violencia física, psicológica, sexual, económica o cualquier tipo de coacción en contra de las mujeres, garantizándoles una vida libre de violencia, según lo estipulado en la Constitución Política de la República e instrumentos internacionales sobre derechos humanos de las mujeres ratificados por Guatemala.”
El entrenamiento psicológico requerido para el curso de fuerzas especiales fácilmente podría encajar como acciones típicas definidas en esta ley, como misoginia(odio, desprecio o subestimación a las mujeres por el solo hecho de serlo;) relaciones de poder (manifestaciones de control o dominio que conducen a la sumisión de la mujer y a la discriminación en su contra); violencia psicológica o emocional (acciones que pueden producir daño o sufrimiento, psicológico o emocional a una mujer… con el objeto de intimidarla, menoscabar su autoestima o controlarla, la que sometida a ése clima emocional puede sufrir un progresivo debilitamiento psicológico con cuadros depresivos.
Hay que mencionar que el entrenamiento psicológico extremo al que se someten los candidatos a Kaibil requiere llevarlos a un estado psicológico y control emocional que enfrente el peligro o amenaza de muerte inminente; sin este entrenamiento no es posible activar las capacidades que un miembro de las fuerzas especiales debe desarrollar en su instinto de sobrevivencia y bajo estas condiciones prepararle para resolver problemas y que encuentre las rutas para cumplir una misión con éxito.
Otro reto al implementar la orden presidencial comentada sería la asignación presupuestaria que la misma requeriría y entender si la instrucción presidencial implica un ajuste presupuestario para la adaptación de estándares, equipo, armamento, y otros para atender las necesidades de elementos de género femenino en las fuerzas especiales o si el presupuesto actual tendrá que cubrir éstos.
Cuidar a las fuerzas armadas de la judicialización de los efectos del curso requeriría una prueba al sistema de administración de justicia respecto de exigirse a candidatas mujeres la renuncia expresa a sus derechos que habría de agregarse como requisito esecencial para enlistarse como canditada al curso o bien, acudir a la ruta de modificar y reducir el estándard de exigencia físico-psicológica que actualmente tiene el curso para todos sus participantes.
Siendo esta columna un espacio de análisis de política exterior viene a colación comentar sobre experiencias de otras fuerzas armadas en este recorrido como una oportunidad de plantear la mejor ruta de cómo hacer compatible la meta política de abrir espacios por género sin afectar las capacidades de quienes completan exitosamente un curso del nivel de exigencia como el de los Kaibles guatemaltecos.
El caso de los Estados Unidos de América, país que más información genera para la incorporación de mujeres en las unidades élites de las diferentes fuerzas especiales según cada arma que las reconoce. Las unidades de fuerzas especiales que ya han graduado mujeres han redudido los estándares y exigencias para responder al racional político que globalmente motiva cambios como el que se busca generar en nuestras fuerzas especiales. Las unidades que aun no cuentan con intregrantes mujeres no han reducido los estándares de las pruebas físicas o psicológicas. Otro aspecto que afectó el rendimiento de fuerzas especiales con integrantes mujeres ha sido que el hombre por naturaleza y codificación biológica está diseñado para proteger a la mujer y al ver a una compañera de filas en situación de riesgo o amenza de muerte, generó la respuesta de protección a sus compañeras en detrimento del objetivo de la misión.
La ruta que se encuentra mas exitosa es la que tomó el ejército del Reino de Noruega, país en donde existe la unidad “Jegertroppen” que traducido al español se refererían como “Las Cazadoras” que constituyen la primera unidad de fuerzas especiales compuestas únicamente por elementos femeninos. Con esta unidad se logra el efecto que se busca de romper barreras de género y también se garantiza una funcionalidad óptima en cuanto a una unidad creada desde su concepto para la operación femenina en el diseño del entrenamiento, tareas en las que una unidad de este tipo pueda ser desplegada, en las condiciones y capacidades que las candidatas debiesen tener. Ixchel la diosa maya protectora podría insprirar la creación de esta unidad en respuesta a la orden presidencial de dar espacio a la mujer en las importantes tareas de defender a nuestra nación en lo que sería una nueva unidad que se podría beneficiar de un proceso ordenado de formación en donde las primeras candidatas puedan entrenarse en Estados Unidos de América o en el Reino de Noruega para traer esa experiencia en la formación de la primera unidad de fuerzas especiales femeninas de América Latina y a la que se le podría asignar tareas especiales en apoyo a las operaciones especiales como inteligencia, asuntos civiles, planificación y otras, que son requeridas y ejecutadas dentro de las misiones de unidades de fuerzas especiales, sin afectar la condición ni estándares de los Kaibiles guatemaltecos y sin afectar la moral institucional de las fuerzas armadas nacionales.