Opinión
Resultados de las elecciones en Estados Unidos – Por: Allan Ortíz
Una estrecha competencia por el poder, en medio de un escenario de “alta polarización”.
El día martes se llevaron a cabo las elecciones de Estados Unidos, dando como resultado un bastante sorprendente apoyo popular a Donald Trump, convirtiéndolo en el próximo presidente de los Estados Unidos de Norte América.
Si bien, la data sugería en varias encuestas que a pesar de una intensa y estrecha campaña política que la victoria sería para el Partido Repúblicano, no se consideraba la posibilidad de una contundente victoria en el Colegio Electoral, ni popular.
Mientras El Partido Demócrata apostó por una campaña de “Aprobación” (Endorsement) público, por parte de políticos y celebridades, acompañados de una plataforma económica medianamente cauta y una agenda a favor del aborto, la migración y la legalización del consumo recreativo de la marihuana. Donald Trump, presentó a sus bases partidarias, un antítesis que supera la determinación ideológica en términos económicos y migración, y más bien moderada, pero no contraria, en términos de la legalización del consumo de marihuana y el aborto.
La estrategia de cada partido era distinta, de tal forma que los proyectos políticos buscaban seducir a distintas audiencias. Por un lado, el partido demócrata buscaba convencer de manera proactiva a los ciudadanos indecisos, el voto femenino, migrantes y nuevos votantes. Mientras Trump, se enfocó en revitalizar sus “bases de tierra”, persiguiendo que fueran los mismos republicanos registrados quienes le dieran la victoria.
Si bien las encuestas mostraban una leve preferencia para Trump, tampoco descartaron que Kamala Harris tuviese la oportunidad de “dar la sorpresa” y movilizar suficientes votantes a favor de su candidatura. Si bien, las encuestas reflejaban la intención del voto, estás no reflejaron el abrumador apoyo hacia Trump. Este fenómeno ya había sucedido durante su primer elección, y fue atribuido a dos factores:
- El voto silencioso: Algunas de las posturas y comentarios controversiales sobre migración, aborto, y consumo de drogas, además de puntuales críticas “subidas de tono” hacia su contrincante y otros actores políticos, significó la autolimitación de la identificación pública de alguien que votaría por él. Este fenómeno, se refiere a las consecuencias reputacionales que significa demostrar apoyo hacia ciertas posturas.
- Movimientos de base: Las bases de votantes republicanas, significaban en papel algunos sobrantes y predicciones del Partido Republicano tradicional, sin embargo el ala Trumpista, además de presentarse como una opción revitalizada de liderazgo, también permitió la adición de una rotación de élites locales, que acondicionó los cuerpos de base con capacidades de conseguir el voto de nuevas audiencias generacionales.
En medio de una alta polarización, Trump renueva la plataforma republicana haciendo énfasis en audiencias relacionadas a veteranos, derechos individuales, portación de armas y migración, pero además presenta una breve aspiración económica de “recuperación” a través de apoyos a sectores productivos. Esto, aunado a su reputación como empresario, reafirman que dentro de las prioridades de los votantes, impera un sentido federalista de autodeterminación en términos de regulaciones públicas y que existe una alta necesidad de mejora económica.
Sin duda, la polarización puede ofrecer un marco narrativo importante, sin embargo los resultados y ofertas políticas demostraron este martes pasado, que existe más consensos de los que se podrían esperar sobre temas puntuales como la economía y que el principio de autodeterminación federal permite a Estados Unidos, encontrar soluciones sobre el marco de decisión pública en temas sociales.