Opinión
«Sanitizar»… ¿por qué satanizamos nuestro idioma?
Después de varios meses, aún adaptándome a la realidad que vivimos en este confinamiento, me atreví a «aparecer» de nuevo por acá. Sí, me vi en la necesidad de hacerlo al ver varios «ataques» contra el español en estos últimos meses.
¿A qué me refiero?
En esta pandemia, hemos visto infinidad de veces el uso del término «sanitizar» calcado del inglés «to sanitize» (incluso, por error tipográfico y por falta de revisión, lo han escrito como «satanizar», tal como se puede comprobar en las redes).
Acá mi pregunta anterior: ¿por qué satanizamos nuestro idioma? Ojo que en este caso sí me refiero a «atribuir a algo o a alguien un carácter perverso o diabólico», según la definición del Diccionario de la lengua española (DLE), de la RAE y ASALE (2019).
¿Qué pasa? Bueno, mi teoría sugiere que es tan fácil (aunque satanizador) «traducir» los términos de otro idioma al español con tan solo agregarle la terminación -ar. ¿Esto está mal? Pues no necesariamente, porque así se construye el idioma (como sabemos, la lengua está viva). Esto mismo ha pasado con tuitear, chatear, mensajear, entre otras muchas; pero ¿por qué inventar una palabra si tenemos otras ya en español, cuyo significado se adecúa para transmitir la misma idea?
Veamos, en inglés, to sanitize significa (según Merriam-Webster) «to make sanitary (as by cleaning or sterilizing)» (es decir, higienizar algo limpiándolo o esterilizándolo). Consecuentemente, ¿por qué no usamos alguna de las siguientes sugerencias?
- higienizar
- desinfectar (tal como lo recomienda la Fundéu)
- esterilizar
- sanear
- limpiar (incluso)
Hace poco, una vendedora de productos «sanitizantes» me decía que, si los promovía como «desinfectantes», los clientes potenciales creían que no iban a funcionar contra el infame virus; por lo tanto, aunque no le gustaba esa «palabrita» (anglicismo), la usaba por «necesidad». Triste, pero cierto.
Por su lado, una colega me decía que lo había visto escrito así en muchos sitios, y que, debido a eso, ella lo utilizaba «sin pena». (Confieso que esto me parece más frustrante que el caso anterior). Entonces, ¿el hecho de que muchos lo usen lo hace correcto? ¿Nos tiraríamos todos del puente solo porque muchos otros lo están haciendo? ¡Esperaría que no!
¿Significa esto, por lo tanto, que tenemos que adaptarnos nosotros a la falta de conocimiento de los demás? No me parece buena idea; de ser así, ¿a dónde iremos a parar? ¿No sería mejor informar con base en (que no «en base a») fuentes confiables acerca de los términos correctos y en español que deberíamos usar? ¿Quiénes estarían en la obligación de hacerlo? ¿Las autoridades, las instituciones educativas, todos aquellos que velan por el idioma, los entusiastas del español?
Mi propuesta: ¿qué tal si lo hacemos todos? Si empezamos nosotros mismos informando a una persona a la vez (esperando que ella informe a otra, y así sucesivamente) vamos a lograr un gran cambio, ¿no creen? (Esto lo podemos aplicar en muchos campos, no solo en este caso particular).
¡Pongamos de moda el buen uso del español!
Empecemos de una forma simple, usemos términos que no satanicen nuestro idioma. ¿Quién se apunta a esta tarea?
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