Política en Guatemala
Maestros acampan en protesta y Gobierno anuncia sanciones
El magisterio guatemalteco instaló un campamento indefinido frente al Palacio Nacional. El Gobierno, por su parte, anunció sanciones a maestros ausentes en medio del conflicto por el pacto colectivo.

El conflicto entre el magisterio y el Gobierno de Guatemala se intensificó esta semana con la instalación de un campamento indefinido por parte del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación de Guatemala (STEG), liderado por Joviel Acevedo, en la Plaza de la Constitución, zona 1 de la Ciudad de Guatemala.
Desde la madrugada del lunes 26 de mayo, decenas de maestros comenzaron a concentrarse frente al Palacio Nacional de la Cultura con carpas, víveres y pancartas como parte de una nueva jornada de manifestaciones. El STEG expresó su rechazo a las decisiones del Gobierno del presidente Bernardo Arévalo, particularmente por lo que consideran una falta de diálogo en torno al pacto colectivo y un reciente incremento salarial del 5 %, calificado como “unilateral”.
Durante una intervención frente a los manifestantes, Acevedo denunció que la actual administración ha provocado una “crisis educativa”, argumentando que el ausentismo docente responde a medidas tomadas por las autoridades, no por desinterés del gremio. Según el líder sindical, el conflicto tiene su origen en la judicialización del pacto colectivo, lo cual, afirma, vulnera los derechos laborales del magisterio.
“Nos acusan de abandonar las aulas, pero los responsables de este conflicto son ellos. El campamento permanecerá por tiempo indefinido hasta que el Gobierno escuche nuestras demandas y respete el pacto colectivo”, señaló Acevedo en su declaración pública.
Las protestas también han incluido asambleas informativas y suspensiones parciales de clases en distintos puntos del país, lo que ha generado preocupación entre padres de familia y autoridades del Ministerio de Educación (Mineduc).
Gobierno reacciona: sanciones por incumplimiento
En respuesta a la protesta, el presidente Bernardo Arévalo aseguró que se han recibido más de 700 reportes de padres y directores escolares por la ausencia de docentes. Recordó que continúa vigente un amparo de la Corte de Constitucionalidad que garantiza el cumplimiento del calendario escolar, y advirtió que cualquier maestro que no se presente a laborar será objeto de sanción administrativa.
“A partir de hoy, se empezarán a levantar actas en contra de quienes incumplan sus funciones. El derecho a la manifestación no debe interferir con el derecho a la educación de los estudiantes”, declaró el mandatario.
Arévalo añadió que el Gobierno reconoce el derecho a la protesta pacífica, pero aclaró que esta debe respetar tanto el desarrollo del ciclo lectivo como el libre acceso a las instituciones gubernamentales. “Si algún grupo impide el ingreso a edificios públicos, se estaría incurriendo en una ilegalidad”, advirtió.
Por su parte, el viceministro de Educación, Francisco Cabrera, reafirmó que se tomarán medidas disciplinarias contra los maestros que abandonen sus labores. “Respetamos el derecho de expresión, pero no podemos permitir que los alumnos pierdan clases. La educación debe continuar”, manifestó durante un recorrido por la Plaza de la Constitución.
Un conflicto en desarrollo
El origen del conflicto se remonta al rechazo del STEG ante el anuncio del aumento salarial del 5 % para docentes y personal administrativo. Aunque el Ejecutivo presentó la medida como un beneficio, el sindicato argumentó que no fue consensuada y exigió el respeto pleno al pacto colectivo que se encuentra en análisis judicial.