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Crisis fiscal y estanflación en Reino Unido: El déficit se dispara a pesar de la subida de impuestos
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La crisis fiscal del Reino Unido no hace más que profundizarse cada vez más, a pesar de las medidas correctivas adoptadas por el Primer Ministro Rishi Sunak. El Gobierno dio marcha atrás con los recortes impositivos de la anterior administración conservadora encabezada por Liz Truss, y resolvió un aumento del 19% al 25% sobre el impuesto de sociedades a partir del 1° de abril (originalmente programado por Boris Johnson).
Asimismo, el oficialismo dispuso de un nuevo esquema tributario sobre el impuesto a las Ganancias de personas físicas en el período fiscal comprendido entre abril de 2023 y abril de 2024. La tasa marginal máxima fue aumentada al 45%, sobre aquellas personas con ganancias anuales superiores a las 125.140 libras.
Se espera que el impacto de las medidas impositivas tenga lugar entre mayo y junio, pero hasta febrero la situación fiscal no hizo más que deteriorarse cada vez más. La recaudación impositiva del Gobierno central (excluyendo los gastos de jurisdicciones locales) permaneció relativamente constante en el 15,4% del PBI desde septiembre del año pasado, pero las erogaciones sin intereses aumentaron del 15,6% al 16,1% del PBI en el mismo período.
El gasto financiero total del Gobierno central ascendió al 18,05% del PBI en febrero de 2023, acumulando así una suba de 0,75 puntos porcentuales desde que Sunak asumió la dirección del Poder Ejecutivo. La disciplina fiscal que pretende inspirar el oficialismo solo viene perfilada por los ingresos públicos, pero no se demostraron mayores señales de austeridad desde el punto de vista de los gastos.
El déficit fiscal primario escaló al 0,6% del PBI en febrero, cuando representaba solamente el 0,05% del producto cuando Sunak asumió el liderazgo conservador. Asimismo, el déficit financiero total llegó a representar el 2,6% del PBI en febrero y fue el más alto registrado en los últimos 11 meses.
Los mercados se encuentran expectantes de los resultados de la reforma tributaria con vigencia desde abril, pero la ausencia de austeridad en las erogaciones y la incipiente recesión sobre la actividad económica amenaza con reproducir un nuevo episodio de inestabilidad como el que sufrió la administración Truss. Las perspectivas por una eventual victoria laborista empeoran aún más los pronósticos fiscales para el país.
La estimación oficial del PBI mensual revela que la economía británica no logró crecer prácticamente nada en febrero de 2023, y acumula una ligera retracción del 0,4% desde mayo del año pasado. Corrigiendo este indicador por el incremento poblacional, el ingreso real por habitante del Reino Unido registró una caída del 0,65% en el mismo período.
La situación de estancamiento se produce al mismo tiempo en que la inflación se muestra reticente a bajar del 10% interanual. La última medición interanual del IPC marcó una suba del 10,1% para el mes de marzo, el séptimo mes consecutivo en que el país registra inflación anual de 2 dígitos.
La inflación subyacente continúa apostada en el 6,2% interanual de acuerdo con el último relevamiento realizado en marzo, la de alimentos escaló al 19,1% interanual en ese mismo mes (la más alta de la que se tengan registros desde 1990) y la inflación en servicios aumentó al 6,6% en los últimos 12 meses (el dato más alto desde enero de 1992).
Via: derecha diario