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Guatemala celebra hoy el Día del Ejército: 154 años de historia, poder y transformación
Las botas están listas, las banderas ondean y la historia vuelve a caminar por las calles. Este 30 de junio, Guatemala revive una gesta que marcó su identidad. El Día del Ejército no es solo desfile: es memoria, transformación y un llamado al futuro.

El rugir de los tambores, el paso firme de las botas y el ondear de banderas militares volverán a escucharse este lunes en las principales avenidas de la capital. Hoy, 30 de junio, Guatemala conmemora 154 años de la gesta revolucionaria de 1871, el movimiento que no solo derrocó un régimen dictatorial, sino que marcó el nacimiento del Ejército Nacional.
Desde tempranas horas de la mañana, las calles de zona 14 y zona 10 se preparan para recibir el tradicional desfile militar, evento que reúne a miles de guatemaltecos para rendir homenaje a los hombres y mujeres que integran las fuerzas armadas. El recorrido iniciará a las 8:00 a. m. en el Monumento a Juan Pablo II, sobre la Avenida Las Américas, y continuará por la Avenida Reforma, culminando en el Campo Marte, donde se realizará un acto protocolario con presencia del presidente Bernardo Arévalo y el alto mando militar.
¿Qué se celebra cada 30 de junio?
El Día del Ejército conmemora la entrada triunfal del movimiento revolucionario liderado por Miguel García Granados y Justo Rufino Barrios, quienes en 1871 lograron poner fin al régimen de Vicente Cerna. Esta victoria dio inicio a la Reforma Liberal, un proceso que transformó profundamente el sistema político, económico y militar del país.


Fue durante este periodo que se creó oficialmente el Ejército de Guatemala, y se fundó la Escuela Politécnica en 1873, con el objetivo de formar una fuerza armada organizada y moderna. Desde entonces, cada 30 de junio se rinde homenaje a los protagonistas de esta etapa histórica que redefinió el rumbo de la nación.
¿Quiénes participan en el desfile?
El Ministerio de la Defensa Nacional informó que el desfile contará con la participación de todas las unidades militares representativas: Ejército de Tierra, Marina, Fuerza Aérea, brigadas contra incendios forestales, cuerpos de ingenieros, equipos de atención humanitaria y de apoyo en desastres naturales.
También se espera la presencia del presidente Bernardo Arévalo, quien recientemente reafirmó su compromiso con una reestructuración profunda de las fuerzas armadas. “Queremos seguir construyendo un Ejército moderno, profesional, apolítico y confiable”, declaró el mandatario durante un acto de graduación en la Escuela Politécnica el pasado miércoles.


A 154 años de aquella revolución, el Ejército sigue siendo un actor clave en la historia y realidad del país. Su rol no se limita a la defensa territorial: también ha brindado apoyo en emergencias, rescates, construcción de infraestructura, control de incendios y misiones de paz. Su papel durante la pandemia del COVID-19 o ante fenómenos como la depresión tropical Celia lo confirman.
La Constitución Política de la República, en su artículo 244, lo define como la institución destinada a garantizar la independencia, soberanía, integridad territorial y seguridad interna y externa del país.
En ese contexto, el Congreso ha aprobado reformas clave, como el Decreto 14-2022, que amplía el tiempo de formación militar y fortalece la profesionalización de sus miembros. Esta medida busca garantizar un mejor servicio a la nación y un Ejército más capacitado y respetuoso de los derechos humanos.
Más que una celebración, un momento de reflexión
Aunque el desfile genera entusiasmo y orgullo entre muchos ciudadanos, también representa una oportunidad para cuestionar y reflexionar sobre el papel del Ejército en una sociedad democrática. ¿Cómo se construye una fuerza armada que sirva al pueblo, y no al poder? ¿Cuál debe ser su rol en una Guatemala que busca justicia, desarrollo y equidad?


Este 30 de junio, las calles se llenarán de uniformes, banderas, música marcial y familias expectantes. Pero más allá del desfile, Guatemala celebra una historia viva: la de una institución que ha sido testigo y protagonista de momentos clave, y que hoy sigue enfrentando el desafío de reinventarse en nombre de la paz, la justicia y la soberanía.