La Cámara de Representantes de EE. UU. destituye a Kevin McCarthy como presidente

El líder republicano Kevin McCarthy fue destituido de su cargo como presidente de la Cámara Baja de Estados Unidos en una votación histórica realizada el martes. Esta medida se llevó a cabo tras una moción presentada por un miembro de su propio partido en respuesta a las concesiones realizadas por McCarthy a los demócratas.

La resolución, introducida por el congresista ultraconservador Matt Gaetz, sorprendió al mundo político al obtener 216 votos a favor y 210 en contra, marcando la primera vez en la historia del país que se destituye a un presidente de la Cámara de Representantes mediante una moción de este tipo.

Este inesperado cambio en la dirección de la Cámara ha sumido a los republicanos en una profunda incertidumbre. La Cámara de Representantes ahora se enfrenta a la tarea de elegir a un nuevo presidente, pero no existe una alternativa clara que cuente con el respaldo necesario para ocupar el puesto. El futuro político de McCarthy está en juego, y aún se desconoce si intentará recuperar la presidencia.

Previo a la votación final, la Cámara no logró evitar el esfuerzo de destitución con 208 votos en contra y 218 a favor, con 11 republicanos que se unieron a los demócratas en apoyo a la moción. Esta votación fracturó aún más al partido.

Decisión demócrata

Los demócratas, por su parte, habían dado señales previas de que no respaldarían a McCarthy, lo que evidencia la profunda desconfianza y enojo hacia él y la agenda republicana en la Cámara.

Antes de la votación, McCarthy expresó confianza en que resistiría la destitución, aunque reconoció las dificultades que enfrentaba. El líder republicano se mostró reacio a aceptar cualquier acuerdo con los demócratas, lo que agravó la tensión en el partido.

Ambos partidos se reunieron en privado, mientras los congresistas abandonaban las reuniones para atender a la prensa. Hakeem Jeffries, líder de la minoría demócrata, confirmó que no pediría a sus miembros que votaran para salvar a McCarthy. La disyuntiva era si dejar caer a un rival poco popular o salvarlo para evitar la parálisis de la Cámara hasta que se eligiera un sucesor, ya que el plazo para evitar el cierre del Gobierno se acercaba a solo 43 días.

Más tarde, Jeffries envió una carta confirmando que votarían para expulsar a McCarthy debido a la falta de voluntad del Partido Republicano para distanciarse del extremismo MAGA. Acusó a sus rivales de sembrar caos y disfunción al incumplir compromisos de financiación, promover leyes radicales y lanzar un juicio político contra el presidente sin la aprobación previa de la Cámara.

La iniciativa de Gaetz contó con el apoyo de varios republicanos, y bastaba una mayoría simple de los votantes para el desalojo. La Cámara tenía 435 congresistas, con dos vacantes, lo que dejó a los conservadores con una ventaja de 222 frente a 213.

McCarthy buscaba convertirse en speaker de la Cámara y su estrecha mayoría lo obligó a hacer concesiones a la ala extrema de su partido, incluido el cambio de reglas para presentar una moción de censura con el apoyo de un solo representante, lo que Gaetz aprovechó.

Se necesitaron 15 votaciones para torcer la voluntad de Gaetz y sus seguidores, un bochorno histórico que no ocurría en más de un siglo en la Cámara de Representantes.

El último intento similar de desalojo en el Capitolio fue en 2015, cuando Mark Meadows intentó expulsar a John Boehner, quien finalmente dimitió. En 1910, el propio presidente de la Cámara, Joseph Cannon, planteó una moción para dejar su puesto vacante, lo que funcionó como una moción de confianza.

La pregunta urgente después de la expulsión de McCarthy es quién ocupará su puesto de forma provisional, que será Patrick McHenry, representante republicano de Carolina del Norte. Su primera tarea será lograr el nombramiento de un nuevo speaker, para lo cual no hay un candidato republicano con un amplio respaldo.

**Con información de agencias.