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Los soldados de Níger reclaman el poder después de que los propios guardias del presidente lo apresaran
Ataviados con uniformes militares, un grupo de supuestos efectivos afirmó ayer haber tomado el poder en Níger, después de que miembros de la guardia presidencial secuestraran el miércoles pasado a su presidente Mohamed Bazoum, electo popularmente y en el cargo desde 2021.
Bazoum, ganó el proceso electoral tras un periodo de enfrentamientos armados entre las dos facciones militares que se disputan el poder y lo habían mantenido retenido por varios años.
Tanto el secuestro del presidente y la sublevación de ayer, provocó la condena internacional y reactivó la incertidumbre e inestabilidad política en una parte de África acosada por golpes de estado y extremismo militante.
El “golpe de Estado”, se dio a conocer a través de vídeo durante el cual un hombre identificado como el Coronel-Mayor Amadou Abdramane, flanqueado por un grupo vestido con uniformes militares, anunció:
“Hemos decidido poner fin al régimen que usted conoce”, por el deterioro de la situación de seguridad en el país y la “pobre gobernanza económica y social en el país”.
La suspensión de las instituciones nacionales y el cierre de las fronteras terrestres del país, temporalmente, dijo también.
El ministro de Relaciones Exteriores, Hassoumi Massoudou, calificó las acciones de los soldados como “un intento de golpe de estado”, pero dijo que “la totalidad del ejército no lo acuerpa”, por lo que realizó un llamado a los amotinados para que retornen a sus filas, a la vez de aseverar que el presidente de Nigeria realiza los esfuerzos de mediación.
Massoudou, aseguró que había hablado con el presidente, de quien indicó, está “en buen estado de salud” y no ha sufrido daños. Sin embargo, se desconoce su paradero, informaron medios de comunicación internacionales.
Níger tiene una larga historia de golpes militares desde su independencia de Francia en 1960, sin embargo, en los últimos años había sido menos inestable políticamente, aunque la asunción de Bazoum al cargo en 2021, fue la primera transferencia de poder democráticamente en el país.
Gran parte de la región africana del Sahel se ha enfrentado a insurgencias islamistas, incluido Níger, que ha recibido apoyo de Estados Unidos y Francia para combatir a los extremistas. Esos escenarios también han caracterizado la vida política en sus países vecinos de Níger, Malí y Burkina Faso.
Cameron Hudson, asociado principal del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, dijo que Niger “es un estado muy frágil y una situación muy fluida en este momento y hasta que escuchemos más de los propios golpistas, es difícil saber exactamente cuáles son sus motivaciones en este momento”, dijo a CNN.
“Si los militares están más preocupados por la política interna, existe el riesgo de que ya no peleen la lucha contra estos grupos terroristas que ahora están invadiendo Níger y la capital”, agregó.
Níger, uno de los países más pobres del mundo, tiene “problemas endémicos, pobreza y terrorismo, por lo que hay muchos factores que contribuyen a la inestabilidad del país”, agregó.
Palacio presidencial sitiado
Los rápidos acontecimientos del miércoles en Níger provocaron intensas discusiones entre la Guardia Presidencial del país y las autoridades gubernamentales, según reportes de la prensa internacional.
El complejo presidencial de Níger fue acordonado el miércoles, con miembros de la Guardia Presidencial fuertemente armados reunidos frente al Palacio Presidencial desde temprana hora de esa mañana.
Un comunicado en las redes sociales de la presidencia dijo que el presidente Mohamed Bazoum está “bien” y que el ejército y la guardia nacional estaban “listos para atacar a los elementos de la GP (Guardia Presidencial) involucrados en este ataque.
El ministro del Interior del país, Hamadou Souley, también fue arrestado por la guardia presidencial el miércoles por la mañana, hora local, y está detenido en el palacio presidencial de la capital, junto con Bazoum.
Cientos de manifestantes con carteles que decían: “No a la desestabilización de las instituciones de la república”, se reunieron más tarde en la capital, Niamey, en apoyo de Bazoum. Los guardias presidenciales dispararon “disparos de advertencia” para bloquear su avance cuando los manifestantes estaban a unos 300 metros (984 pies) del palacio presidencial sin que se reportarán heridos.