El 6 de julio, un objeto activó los sistemas de alerta automatizados de la NASA y la ESA que monitorean la presencia de asteroides potencialmente peligrosos.
Al igual que su predecesor Ariane 5, colocar satélites en órbita geoestacionaria a 36,000 kilómetros de altura, así como poner en órbita constelaciones a unos cientos...