Un atacante abrió fuego contra una instalación de ICE en Texas, dejando muertos y heridos; las autoridades sospechan motivación ideológica.
Una orden ejecutiva oficializa la medida, pese a que el movimiento no cuenta con estructura formal.
El presidente calificó a su aliado como “mártir de la verdad” y prometió capturar a los responsables.
Una discusión sobre la supuesta petición de intervención militar de EE.UU. contra cárteles derivó en agresiones físicas.