El 60% de los egresados de educación superior no se sienten preparados

La educación superior enfrenta un desafío crucial: equilibrar la creciente demanda de títulos académicos con la necesidad de una formación rigurosa que prepare a los líderes para competir en un mercado global en constante transformación.

Según el informe “The Future of Jobs Report 2025” del Foro Económico Mundial, se espera que, para 2030, la disrupción en el mercado laboral genere un aumento neto de 78 millones de empleos, con la creación de 170 millones de nuevos puestos y la eliminación de 92 millones.

Este panorama subraya la importancia de contar con una formación académica sólida y adaptada, que no solo responda a las necesidades actuales, sino que también prepare a los profesionales para liderar cambios estratégicos en sus organizaciones.

Un estudio de McKinsey & Company destaca que solo el 40% de los egresados a nivel global se sienten preparados para los desafíos del mundo laboral, una situación agravada por programas que sacrifican la calidad en favor de tiempos de graduación más cortos.

Esta problemática evidencia la importancia de elegir instituciones comprometidas con altos estándares académicos y respaldadas por metodologías educativas de excelencia, donde el rigor académico no solo garantice una formación integral, sino que también impacte directamente en el desempeño laboral, la capacidad de innovación y el desarrollo de liderazgo.

En Buró Business School, transformamos personas que transforman organizaciones”, explica su Director General, Giovanni Moran.

Su propuesta académica está diseñada para responder a las necesidades de profesionales que buscan una preparación integral y se adapta a los desafíos actuales.

Buró Business School fundamenta su metodología en el Ciclo de Kolb, un enfoque clave para desarrollar experiencias significativas de aprendizaje. Este modelo se complementa con herramientas educativas modernas, como la Taxonomía Digital de Bloom, que promueve habilidades como recordar, comprender, analizar y crear, asegurando que cada etapa del aprendizaje tenga un propósito claro.

Además, implementa el aprendizaje invertido, que complementa el proceso al permitir que los estudiantes trabajen en actividades de aprendizaje en clase, reforzando y aplicando los conocimientos pre adquiridos de manera efectiva.