Cultura
Semana Santa en Guatemala es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Procesiones, vigilias, marchas fúnebres, gastronomía de temporada, creaciones de altares y elaboración de alfombras son algunos de los elementos que describen a la Semana Santa.
El 26 de febrero de 2023, Julio Carranza, director y representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) en Guatemala, participó en una ceremonia donde se oficializó la Semana Santa en Guatemala como “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad“.
El Gobierno de Guatemala, a través de los esfuerzos efectuados por el Ministerio de Cultura y Deportes obtuvo tal reconocimiento. Durante la XVII reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, celebrada en Marruecos el 30 de noviembre de 2022, se llevó a cabo la votación, la cual otorgó dicho distintivo.
El viceministro del Patrimonio Cultural y Natural, Mario Maldonado, al dirigirse al Comité, comentó: “Expertos de todo el mundo estudiaron los elementos que componen a nuestra Semana Santa, logrando una histórica y emocionante votación, que reconoce el valor de una de las manifestaciones culturales vivas en todas las comunidades del país”.
Los 24 representantes elegidos, entre los 180 Estados Partes en la Convención Patrimonio Cultural Inmaterial, aprobaron que la Semana Santa en Guatemala se inscribiera entre 56 candidaturas conocidas.
La Semana Mayor es la fase más emotiva del año para los fieles de la fe católica. Se recuerda la pasión de Jesús de Nazaret. La celebración de la Semana Santa en Guatemala es el producto del sincretismo entre la tradición europea y las ceremonias de la civilización maya.
Las procesiones fueron adoptadas por el cristianismo para fines didácticos. El precursor de los cortejos procesionales fue el arte escénico. A través del teatro se fueron presentando escenas bíblicas dentro de las iglesias, en el atrio o en las calles.
Las esculturas aparecen en la tradición de la Semana Santa para evitar la vanidad de los actores y participantes.
Por su parte, los mayas narraban sus historias y tradiciones a través del arte. La evidencia más tangible es el vaso de ratinin xul que data entre el año 600 a 900 de la era actual. En el vaso se observa una procesión de algún gobernante considerado una divinidad.
Las autoridades mayas se transportaban en hombros y no pisaban el suelo, ya que su andar era adornado por flores, hojas, plantas, etc.
En el siglo XVI, Diego de Anda (misionero español franciscano) describe una procesión maya. En ella, observa la fabricación de una alfombra con frutas y flores. El uso de humo para anunciar la llegada de la autoridad y la interpretación de música. Elementos que permanecen en la tradición.
En Guatemala, la evangelización y la cultura maya crearon un producto único que sigue vivo en la Semana Santa.
“Esta tradición se recrea constantemente, evoluciona y se enriquece. Son las comunidades las que van dándole vida a estas tradiciones, su naturaleza y su historia, impregnando un sentimiento de gran identidad. En el caso de Guatemala, tiene expresiones muy profundas, históricas, sincréticas, de mezcla de comunión“, afirmó Carranza en la conmemoración de la Semana Santa en Guatemala como Patrimonio Cultural Inmaterial.
Cabe destacar que mientras más lejana se ubica una comunidad de los centros urbanos, más única se vuelven las tradiciones de la Semana Santa con sus propios matices y elementos añadidos.
La Semana Santa en Guatemala promueve la tolerancia y la inclusión debido a la participación de personas de diferentes grupos sociales y fomenta el respeto y el aprecio mutuo entre las personas e instituciones implicadas.
Esta es una actividad familiar, económica y cultural.