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Arce anuncia referendo sobre reelección
La decisión con un mayor impacto político fue el anuncio de un referendo para el mismo día en que se celebrarán las elecciones para la renovación de las autoridades judiciales, que aún no tienen fecha fijada, pero que deben celebrarse este año.
En un discurso por el aniversario número 199 de Bolivia, celebrado en la capital Sucre, Arce sorprendió con las medidas en un contexto de recurrentes conflictos sectoriales causados por el precio paralelo del dólar, que actualmente duplica al oficial fijado por el Banco Central, y por la intermitencia en la provisión de gasolina y diésel.
Según explicó Arce, el referendo consultará a la población sobre tres temas: si se mantiene o no la subvención al precio de los hidrocarburos, vigente desde el 2004; el número de escaños parlamentarios para las regiones, en relación con el censo realizado en marzo pasado, y la consulta sobre la reelección del presidente y el vicepresidente de país.
El referendo busca “precisar el carácter” del artículo 168 de la Constitución Política del Estado sobre la reelección “para que los actores políticos no vuelvan a afectar la estabilidad y la economía de las familias bolivianas”, según dijo el mandatario.
Aunque no mencionó en su discurso al expresidente Evo Morales (2006-2019), Arce lo aludió con esa frase porque ha criticado varias veces que el exmandatario priorice la pelea al interior del Movimiento al Socialismo (MAS) para ser candidato en los comicios generales del 2025, en lugar de apoyar las medidas económicas para aliviar la crisis económica.
En 2016, un referendo vetó la reelección de Morales para un cuarto mandato, pero él se presentó de todos modos a los comicios del 2019, que fueron anulados por denuncias de supuesto fraude y una crisis que le obligó a renunciar.
Morales, un grupo de parlamentarios y organizaciones sociales que le apoyan, cuestionan frontalmente a Arce por la crisis económica y se oponen a que busque su reelección con el MAS. Una de las consecuencias de la disputa interna del MAS ha sido la parálisis en el Parlamento de la aprobación de nuevos créditos por más de mil millones de dólares y que, según el Gobierno, podrían haber aliviado la delicada situación económica del país.
En la parte económica de su discurso, Arce anunció que su Gobierno “no tomará medidas que vayan en contra de los intereses de los más humildes, en contra del pueblo”. En ese sentido, anunció que se mantendrá el precio de la gasolina especial en Bs 3,72 (53 centavos de dólar al cambio oficial) y del diésel en Bs 3,74 (53 centavos de dólares al cambio oficial) por litro, respectivamente.
En cambio, el mandatario anunció los nuevos precios de las gasolinas premium para vehículos de alta gama. El litro de gasolina premium costará Bs 5,71 (81 centavos de dólar a cambio oficial), lo que significa un 20 % de aumento respecto a los Bs 4,79 de precio actual. Además, anunció la producción de la nueva gasolina UItra Premium 100, a Bs 6,71 (96 centavos de dólar al cambio oficial).
El precio de ambas gasolinas fluctuará de acuerdo al precio del petróleo en el mercado internacional. Esa medida supondría un hito en el sector de hidrocarburos ya que los precios habían estado congelados al margen de esas fluctuaciones. Según Arce, se trata de gasolinas premium de alto octanaje para dar mayor potencia, rendimiento y kilometraje a los vehículos.
En su discurso, además, Arce anunció la convocatoria a un “Diálogo Nacional por la Economía y la Producción” con el sector empresarial y productivo para discutir sobre “la problemática del tipo cambiario”, las exportaciones y las importaciones. También convocará a un “Gabinete Social de la Revolución Democrática y Cultural extraordinario” para tratar los mismos temas con las organizaciones obreras, campesinas e indígenas.
El tipo de cambio está oficialmente congelado desde el 2011 en Bs 6,97 por dólar, pero desde hace más de un año escasea esa moneda al punto de que su cotización en el mercado paralelo ha llegado estos días hasta los Bs 14, provocando una inflación sobre todo en los alimentos, según reportan los empresarios y analistas. El precio del dólar paralelo se disparó después de la sublevación militar del pasado 26 de junio en un supuesto intento de golpe de Estado, desactivado en pocas horas.
Los bancos no entregan dólares a sus clientes hace meses y cada semana hay restricciones para el uso de tarjetas de crédito y débito para las transacciones comerciales en esa moneda. El fondo del problema es la caída de las reservas internacionales del Banco Central a cerca de 1.700 millones de dólares, de los que la mayoría son en oro, según datos difundidos a medio año.
Entre otras medidas, Arce también anunció que liberalizará las exportaciones de productos siempre y cuando los empresarios presenten un plan de abastecimiento interno, y aprobará un arancel cero para que los privados importen sus propios combustibles para las actividades empresariales. Asimismo, impulsará el uso de los criptoactivos basados en el oro y el litio, según dijo.
Los expresidentes Jorge Quiroga (2001-2002) y Carlos Mesa (2003-2005) cuestionaron por separado a Luis Arce, pero coincidieron en que el mandatario está transfiriendo sus responsabilidades al pueblo en la solución de los problemas de fondo como el tipo de cambio y la subvención a los combustibles.
“Él quiere volver un problema de todos las dificultades que ha causado el Movimiento al Socialismo, quiere transferir sus responsabilidades del manejo fiscal de la economía al pueblo”, dijo Quiroga a los medios al referirse a los anuncios de diálogo nacional y de referendo. También acusó al mandatario de aplicar “un gasolinazo encubierto” con una subida de precios para la gasolina premium y la ultra premium que fluctuaran según la cotización internacional, y, a la vez, manteniendo el precio de la gasolina especial.
“Sabemos que ante las carencias que se tiene van a empezar a abundar la gasolina de alto precio y seguramente escasear la de bajo precio”, apuntó el exmandatario. Mesa dijo en X que “Arce intenta eludir su culpa por el desastre económico causado en su gestión como ministro de Morales” y trata de “escapar a la responsabilidad de asumir decisiones a la grave crisis económica que afecta a los ciudadanos”.
Asimismo, cuestionó que el mandatario no anunció ninguna decisión “para dejar de dilapidar los recursos del Estado”. Según analistas, la deuda pública en 2023 en Bolivia llegó a un “stock total” de 36.206 millones de dólares, igual al 81 % del Producto Interior Bruto, y un 37 % es deuda externa, y un 73 %, deuda interna.
Via: france 24