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Aumentan los afectados por las inundaciones en Bolivia

Un residente del barrio Achumani al sur de La Paz, después de que la crecida del río arrasara la mitad de su vivienda, dijo “Yo creo que si sigue lloviendo, se me va a ir toda mi casa, todo mi patrimonio”, expresó, preocupado, entre los escombros que dejaron las lluvias torrenciales.
Las precipitaciones del pasado fin de semana, que afectaron principalmente al departamento de La Paz, y a su capital homónima, rompieron los récords de los últimos 30 años, según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), que atribuyó la intensidad de las lluvias al fenómeno de El Niño.
Además de las inundaciones, el temporal ha provocado cortes de agua y de electricidad, más el cierre de puentes y carreteras en distintos barrios de la ciudad, dejándolos incomunicados. El Consejo Municipal de la Paz aprobó por mayoría absoluta la declaración del estado de emergencia, activando así la ayuda a nivel gubernamental.
El presidente Luis Arce anunció el 11 de marzo la activación de un Plan de Emergencia “para intervenir de manera inmediata y realizar la limpieza de todos los escombros en las zonas afectadas, rehabilitar las vías y poner en funcionamiento los servicios básicos”.
Arce prometió el envío de maquinaria pesada, así como 3,000 soldados para hacer frente a la situación en La Paz, mientras los vecinos construyen barreras para evitar que el agua entre a sus viviendas. Los principales ríos de La Paz confluyen en la zona sur, por lo que es particularmente vulnerable a las inundaciones. El municipio está atravesado por un total 364 ríos, afluentes y riachuelos, que descienden de las montañas.
La “compleja” situación geográfica del municipio inquieta al viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, según expresó, y declaró en la televisión pública el domingo que “los pronósticos no son nada alentadores”. En paralelo, el domingo, el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe anunció la donación de 250,000 dólares a Bolivia “para asistir con los esfuerzos de ayuda humanitaria ante las devastadoras inundaciones que están afectando al país”.
La ciudad de Cobija, en el departamento amazónico de Pando, para el que el Senamhi también emitió una alerta roja, se inundó hace dos semanas por el desbordamiento del río Acre. El agua del río llegó a subir más de 16,5 metros, declaró la alcaldesa Ana Lucía Reis, superando el récord de 15 metros en el 2015.
La inundación dejó 1,198 familias damnificadas en Cobija, que tuvieron que evacuar la ciudad hacia albergues habilitados para responder al desastre. Conforme va bajando el agua, parte de los residentes deciden volver a sus viviendas para intentar salvar sus pertenencias.
“Algunas familias regresaron, pero siempre estamos pidiendo que haya un poquito de paciencia, que entren las maquinarias pesadas a retirar el lodo, que entren las motobombas para hacer limpieza, entendemos que la gente tiene apuro de volver a su casa”, dijo Ana Lucía Reis a EFE. La alcaldesa indicó que el objetivo de los trabajos de limpieza tras la inundación es reducir el riesgo de enfermedades derivadas de la mezcla del agua del río con las aguas residuales. “Pero es un proceso largo”, declaró.
Via: france 24