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Crece el riesgo de hambruna debido a la guerra en Sudán
Según la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC), al menos 14 áreas a lo largo de Sudán tienen altas probabilidades de experimentar la hambruna en un futuro próximo.
Regiones como Jartum, la capital, Darfur, Kordofan y El Gezira albergan la mayor parte de los barrios que están en un grave riesgo de experimentar una hambruna en los próximos meses, según informó la plataforma de Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC) en su última actualización sobre la situación en Sudán.
El informe del IPC detalla que son alrededor de 755,000 personas de un total de 46 millones en el país las que se encuentran en situación de “catástrofe” alimenticia, el nivel de hambre más alto considerado por el IPC antes de llegar a la hambruna; además, 8,5 millones de sudaneses, casi la quinta parte de la población, experimentan escasez de alimentos que podría desembocar en la desnutrición o en la muerte.
El IPC es una clasificación que integra la participación de miembros expertos de Naciones Unidas, científicos, agencias humanitarias y gobiernos, los cuales producen escalas de clasificación sobre el hambre reconocidas internacionalmente. El nivel más alto de inseguridad alimenticia que contempla el IPC es ‘la fase 5’, que a su vez se divide en ‘catástrofe’ y ‘hambruna’.
Para declarar una situación de hambruna, al menos el 20% de una población nacional determinada debe experimentar escasez de alimentos, con al menos el 30% de la infancia nacional desnutrida y dos de cada 100,000 ciudadanos fallecidas diariamente debido al hambre. El IPC solo ha declarado la hambruna dos veces en los últimos 20 años, en Somalia (2011) y Sudán del Sur (2017).
Por su parte, tres relatores especiales de las Naciones Unidas emitieron un comunicado en el que apuntan al uso del hambre como arma de guerra por parte de las dos facciones que libran una batalla encarnizada por el control de Sudán desde abril del 2023.
Los relatores especiales Michael Fakhir, sobre el derecho a la alimentación; Tlaleng Mofokeng, sobre el derecho a la salud; y Pedro Arrojo-Agudo, sobre el derecho al agua, señalan tanto al Ejército sudanés como a las milicias paramilitares de las FAR de estar bloqueando el acceso de ayuda humanitaria en regiones clave del país, “lo que podría hacer que la hambruna se declarara y extendiera en los próximos meses”.
Por otra parte, los relatores de Naciones Unidas también hicieron hincapié en el papel de los gobiernos extranjeros que presuntamente estarían prestando apoyo a cualquiera de las dos facciones armadas, llamándolos a detener la financiación y el suministro de armamentos de inmediato.
“Los gobiernos extranjeros que proporcionan apoyo financiero y militar a ambas partes en este conflicto son cómplices de hambruna, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra”, sentenció la carta.
El Ejército sudanés y las FAR han protagonizado un conflicto enquistado dentro de Sudán desde el 15 abril del 2023, con un saldo de alrededor de 15,000 víctimas mortales, más de 10 millones de desplazados internos, y en medio de la crisis alimentaria más intensa del mundo, según calificaciones del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.
Via: france 24