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Diego García, la remota isla británica en disputa migratoria
Tom Short, abogado de la firma británica Leigh Day, que representa a algunos de los migrantes, calificó la cancelación de la audiencia como “un golpe devastador para nuestros clientes vulnerables” y pidió reprogramarla lo antes posible.

La isla de Diego García, un remoto atolón del archipiélago de Chagos, en el Océano Índico. Las autoridades estadounidenses vetaron la audiencia alegando preocupaciones de seguridad, según documentos judiciales a los que tuvo acceso la BBC.
La Corte Suprema del Territorio Británico del Océano Índico (conocido como Biot por sus siglas en inglés) tenía previsto celebrar esta semana una audiencia -a la que iban a asistir periodistas de la BBC- sobre la presunta detención ilegal de un grupo de inmigrantes en la isla.
Indicaron que no permitirían a los participantes en la audiencia abordar vuelos militares estadounidenses a Diego García y que no proporcionarían transporte, alojamiento o comida en la isla hasta “solucionar de forma adecuada sus preocupaciones operativas y de seguridad”, según la declaración del comisionado adjunto del territorio, Nishi Dholakia.
El martes, abogados en Londres y los migrantes en Diego García asistieron a una audiencia judicial virtual para determinar los próximos pasos en el caso, mientras continúan las negociaciones entre los gobiernos de Reino Unido y Estados Unidos.
La mayor parte del personal y los recursos de Diego García están bajo control de Estados Unidos, desde el alojamiento y el transporte hasta los restaurantes y las tiendas.
El sitio web oficial del Biot indica que sólo se permite el acceso a “quienes tengan conexiones con la instalación militar o con la Administración del Territorio”.
Diego García se considera una importante base estratégica para Estados Unidos. A principios de este año, se enviaron allí dos bombarderos B-52 para realizar ejercicios de entrenamiento. En las últimas décadas han partido desde esta base aviones estadounidenses para bombardear Afganistán e Irak.
Decenas de tamiles de Sri Lanka desembarcaron en la isla en octubre de 2021, convirtiéndose en las primeras personas en presentar solicitudes de asilo en este territorio británico.
Tras visitar el campamento a finales del año pasado, representantes de Naciones Unidas consideraron que las condiciones allí equivalían a una detención arbitraria. “Somos loros, estamos en una jaula”, protestó uno de ellos el año pasado, en referencia a la falta de libertad. Durante la audiencia virtual del martes, uno de los migrantes en la isla pareció desplomarse.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido comunicó anteriormente a la BBC que la isla no es adecuada para que vivan estas personas y aseguró estar “trabajando sin descanso para procesar las solicitudes de protección de los inmigrantes y encontrar un tercer país adecuado para aquellos cuyas solicitudes sean aceptadas”. “El bienestar y la seguridad de los inmigrantes en el Biot ha sido nuestra principal prioridad en todo momento”, indicó a principios de este año.
Via: bbc