Mundo
Papúa Nueva Guinea ordena evacuar tras avalancha que enterró a 2,000
Es uno de los peores desastres naturales en la historia de Papúa Nueva Guinea. Funcionarios públicos del país revelaron las estimaciones oficiales sobre los afectados por la avalancha: al menos 2,000 podrían estar bajo tierra. Sin embargo, reconocieron que, por la dificultad de acceso en el territorio y la extrema diversidad cultural y lingüística, es complicado tener certeza sobre el número de damnificados dentro de las zonas afectadas.
El último censo creíble dentro de la isla se llevó a cabo en el 2000, y el padrón electoral publicado en 2022 no contempla a la población menor a los 18 años. Según Unicef, el 40% de los afectados por la avalancha son menores de 16 años. Las labores de rescate se han complicado en las últimas horas, debido a que el terreno es “inestable” y de difícil acceso, con probabilidades de que otro deslizamiento de tierra similar ocurra mientras los equipos de ayuda se encuentran en campo. El Gobierno reconoce que las probabilidades de un rescate masivo a las víctimas son pocas.
Además, los tradicionales conflictos étnicos dentro de Papúa Nueva Guinea, uno de los países más diversos del planeta, han aumentado la dificultad en las operaciones de rescate. Según el representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el país, Nicholas Booth, se han registrado ocho asesinatos y 30 incendios de casas desde el pasado 25 de mayo.
La asistencia internacional aún no ha llegado al territorio. Una que es de vital importancia en un momento en el que la población afectada necesita agua potable, alimentos, medicinas, acceso a albergues y apoyo psicológico, según informó Naciones Unidas. Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) alertó que, de las 7.849 personas afectadas estimadas por Naciones Unidas, 1.650 serían desplazados internos.
Sin embargo, Booth reconoce que hay que ser cautelosos con los estimados, ya que se desconoce con certeza el número de personas que vivían en las zonas siniestradas. “La mayoría de la gente sigue atrapada bajo los escombros y en este momento no es posible hacer una estimación científica y verificada”, sentenció Booth, aunque agregó que, pase lo que pase, el Gobierno tiene que estar preparado para “un número muy elevado de víctimas”.
Las autoridades nacionales han pedido la llegada de ayuda humanitaria internacional, así como de un grupo de geólogos expertos para que puedan evaluar la peligrosidad de la situación actual, según información de la ONU.
Via: france 24