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Polvo del Sahara cubrirá Guatemala: pico máximo este 6 de junio
La masa de polvo sahariano, cargada de partículas finas, afectará al país desde este 5 de junio, alcanzando su mayor concentración el viernes, según reportes científicos del Insivumeh.

Una nueva ola de polvo del Sahara se aproxima a Guatemala, con efectos visibles y medibles a partir del 5 de junio, según lo confirmó el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh). La concentración más alta se espera para el viernes 6 de junio, con niveles estimados entre 25 y 50 microgramos por metro cúbico (µg/m³) de partículas suspendidas en el aire.
Este fenómeno, que ocurre de forma estacional entre los meses de junio y agosto, se origina en el desierto del Sahara, al norte de África. Allí, los fuertes vientos levantan arenas finas que viajan miles de kilómetros impulsadas por los vientos alisios, cruzando el océano Atlántico hasta llegar a regiones del Caribe, Centroamérica, México e incluso el sur de Estados Unidos.
¿Qué es el polvo del Sahara y por qué llega a Guatemala?
El polvo del Sahara es una nube compuesta por partículas minerales, bacterias, esporas y materia orgánica que se eleva desde el suelo africano y es arrastrada por la atmósfera a gran altura. Esta masa de aire, caracterizada por ser cálida y seca, puede alcanzar grandes extensiones y generar impactos tanto atmosféricos como ecológicos.
Las proyecciones satelitales consultadas por el Insivumeh indican que la nube de polvo afectará principalmente el viernes 6, y se comenzará a disipar hacia el sábado 7 de junio, aunque todo dependerá del comportamiento de los vientos y otros factores climáticos en la región.
Impactos ambientales y en la salud
Este fenómeno, aunque natural, tiene efectos mixtos. Por un lado, contribuye al equilibrio climático, ya que bloquea parte de la radiación solar y, según la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE. UU.), puede disminuir la formación de huracanes en el Atlántico debido al aire seco que impide el desarrollo de tormentas tropicales.
Por otro lado, el impacto sobre la salud humana no debe subestimarse. Las partículas menores a 10 micras (PM10) pueden provocar o agravar enfermedades respiratorias, especialmente en personas con asma, alergias, problemas cardíacos, niños, adultos mayores y mujeres embarazadas.
Recomendaciones para protegerse del polvo del Sahara
Ante este escenario, tanto el Insivumeh como el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) emitieron una serie de recomendaciones para minimizar los efectos del polvo:
- Utilizar mascarilla o pañuelo húmedo para cubrir nariz y boca.
- Proteger los ojos con gafas o lentes al salir de casa.
- Mantener puertas y ventanas cerradas en viviendas y vehículos.
- Cubrir las fuentes de agua como pilas, pozos o estanques para evitar su contaminación.
- Humedecer el suelo antes de barrer en patios u otras áreas abiertas, para evitar la dispersión del polvo.
Además, se exhorta a la población a seguir los boletines oficiales del Insivumeh y las instrucciones de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) y el Ministerio de Salud Pública, que se actualizarán conforme evolucione el fenómeno.
Un evento cíclico con lecciones anuales
Aunque el polvo del Sahara es un evento recurrente, cada año representa un reto para la salud pública y la planificación ambiental. Este tipo de fenómenos recuerda la interconexión atmosférica del planeta, donde lo que ocurre en un desierto africano puede tener consecuencias directas a miles de kilómetros.