Opinión
Bando el que deje algo
Daniel Reyes es un emprendedor social, comprometido con Guatemala. Papa de Danielito y Santi, esposo de Manalita. Ingeniero civil dedicado a la construcción desde el 2010, ha sido parte de la junta directiva de la Federacion Iberoamericana de Jóvenes Empresarios (FIJE) y actualmente es el presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios en Guatemala (AJE-GT)
NUEVAS IDEAS PARA GUATEMALA
En los últimos días hemos visto, gracias al clima de nuestra bella ciudad de Guatemala, el abandono que tiene la actual administración municipal a las calles, las avenidas y las diferentes obras de infraestructura de toda la ciudad. Y es que ahora no es de alguna zona en específico (asentamientos o colonias de la periferia) es toda la ciudad que está en caos y con peligro constante por el descuido y las malas decisiones, favores o “negocios” que se dan en los contratos y que no dan solución a los problemas reales.
Tanto las obras y los mantenimientos o se dejan de hacer o se hacen mal y eso es por la corrupción, quizás una corrupción invisible de una estructura que viene de años y que nos está desbordando. Un amigo, que es colaborador municipal, un día contó que el lema de los jefes y del alcalde es “bando el que deje algo” en sentido de lograr agenciarse del dinero que debería de estar destinado a las obras. Sin embargo, hay un sistema que dificulta encontrar esos puntos de corrupción en donde se reparten el dinero en lugar de invertirlo correctamente.
Por un momento, pensé que la falta de mantenimiento y de inversión de obras de calidad era porque no tenían dinero, pero según el acuerdo COM-30-2019 accedieron a un presupuesto de UN MIL SEISCIENTOS OCHENTA MILLONES DE QUETZALES EXACTOS (Q.1,680,000,000.00), además de los préstamos de pandemia en el año 2020. Y si fuera poco, se hacen ver como una municipalidad austera en este año 2021, cuando decidieron subirse el sueldo. El alcalde recibe más de NOVENTA MIL QUETZALES. Aprobaron un presupuesto según acuerdo COM-42-2020 de UN MIL SEISCIENTOS DIEZ MILLONES OCHOCIENTOS SEIS MIL CUATROCIENTOS QUETZALES EXACTOS (Q.1,610,806,400.00), entonces no es por falta de dinero.
Lo más interesante es que todos los programas se han ejecutado al 100% y peor aún, los mantenimientos van al día y sin mayor problema según el flujo de pagos a los contratistas. Pero los resultados no se ven en las calles y mucho menos en la infraestructura deplorable con la que cuenta la ciudad de Guatemala. Llueve y las inundaciones reflejan el problema real que no está siendo atendido con la urgencia necesaria.
Y porque digo deplorable, actualmente en el siglo 21 ciudades centroamericanas, no estoy hablando de ciudades del primer mundo con economías mucho más grandes que las de nuestro país. Por citar dos ejemplos, El Salvador hizo una inversión histórica en salud, están pensando en desarrollos de infraestructura con tecnología y comunicación como lo es el tren del pacífico. Costa Rica, se quiere posicionar como líder de la implementación del 5G. Y estamos hablando de economías más pequeñas que las de Guatemala y ni se diga de las capitales que tienen presupuestos limitados. Pero sus líderes hoy están buscando la construcción y transformación de sus ciudades.
Si no hacemos nada, en menos de 10 años los demás países de Centroamérica nos llevarán años luz y en Guatemala, a pesar que las personas, que hoy ocupan cargos de incidencia, saben lo que ocurre no toman acción a favor de los guatemaltecos. Hasta parece que promueven la decadencia y el sufrimiento vial que sufrimos día a día.
Estoy convencido que existen líderes genuinos, que ya estamos cansados de seguir viendo cómo se cae nuestra ciudad a pedazos, como ruinas y sin nadie que haga algo. Amigos recuerden que el dinero alcanza cuando nadie se lo roba y estamos a escasos 24 meses para decidir nuevamente si queremos seguir en decadencia o por fin quitar a quienes han sido malos administradores de nuestra ciudad. Para poder transformar nuestra bella y hermosa Guatemala se necesita de un voto duro y consiente.