Opinión
¿China o Taiwán? Una breve visión histórica y problematización – Por: Julio Nisthal
Desde la primera mitad del siglo XX China se ha encontrado en constantes pugnas que han brindado consigo inestabilidad y segregación a su región, principiando con la guerra civil de 1927 donde surgen dos bandos que entrarían en una pugna por el control de China, la cual se vería temporalmente pausada durante la invasión japonesa durante la Segunda Guerra Mundial.
Posteriormente a mediados de siglo, Mao Zedong, quien lideraba el Partido Comunista Chino (PCCh) fundaría lo que hoy se conoce como la República Popular China (RPC), mientras que la facción liderada por Kai-Shek se asentaría y consolidaría su propio gobierno en la isla de Taiwán, surgiendo así la República de China (Roc) gracias al exilio provocado por el control de Mao en 1949.
Tomando en cuenta el desarrollo de las tensiones entre las dos regiones durante la Guerra Fría, ambas fueron capaces de sobrellevar sus diferencias por medio del establecimiento de relaciones comerciales, lo que paulatinamente fortalecería la identidad nacional de ambas regiones y a su vez pinta una de las principales causas por las cuales es tan difícil encontrar una solución en medio de los esfuerzos de reunificación entre ambas regiones.
Ahora bien, en materia de reconocimiento internacional, la importancia de Guatemala para Taiwán se puede explicar desde el hecho que Guatemala fue de los primeros países latinoamericanos en formalizar una relación con Taiwán en 1960, impartiendo sucesivamente esfuerzos de cooperación en materia de desarrollo infraestructural, institucional y económico. Siendo esta una de las principales razones para explicar la alianza diplomática inquebrantable hacia Taiwán.
Por ello es necesario reconocer que dentro del marco coyuntural que brindó consigo la Guerra Fría, la bien sabida dependencia de países periféricos como Guatemala hacia hegemones como Estados Unidos devienen una no tan sorprendente predefinición de estructuras de pensamiento y comportamiento tanto social como político, por supuesto incentivada por los beneficios producto de estas decisiones.
¿Beneficio o limitante?
En materia económica, Guatemala y Taiwán han impartido diferentes proyectos en aras del desarrollo mutuo. Como fue mencionado con anterioridad, se han firmado acuerdos como el Tratado de Libre Comercio del año 2006 que beneficiaría especialmente el intercambio de bienes de exportación agrícola y el fomento para la inversión del país asiático en Guatemala. Esto ha servido de hincapié tanto para brindar apoyo financiero en la medida de lo necesario en materia de inversión para el desarrollo, y diplomático en pro de fortalecer y estrechar las relaciones bilaterales.
Sin embargo, no es ningún secreto que muchos países centroamericanos llevan décadas contemplando la viabilidad de consolidar formalmente las relaciones con el dragón. Ejemplo de ello es Costa Rica, que fue el primer país centroamericano en establecer relaciones diplomáticas con el gigante asiático al igual que en consolidar un tratado de libre comercio, por supuesto no sin antes finalizar formalmente finalizar las relaciones con Taiwán en 2007.
Esto pinta un dilema bastante fuerte, porque sopesando los riesgos y beneficios es claro que las relaciones con China podrían desembocar en aperturas a muchos mercados por medio de nuestras exportaciones, mientras que por otra parte existiría un conflicto latente hacia algunos organismos internacionales, dando por sentado que el enfoque pragmático que se ha abordado para establecer relaciones con China no será efectivo si no existe un cese claro al reconocimiento de Taiwán, lo que genera discordancia total con los valores mantenidos en organizaciones como el SICA .
En suma, aunque Guatemala quisiese acceder al potencial superávit económico que puede suponer adaptar nuestra política exterior a las necesidades chinas, es necesario ver hacia atrás y a nuestro alrededor, y así, replantear nuestro futuro por la forma en la que respondemos a la naturaleza conflictiva de la coyuntura internacional actual al igual que de nuestro entorno inmediato.