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En medio de la escalada de violencia, cientos de extranjeros abandonan Haití
La creciente crisis de seguridad en Haití, con violencia pandillera, peligros de abusos sexuales y una matanza de civiles que ya superó las 1,500 en apenas tres meses, llevó a varios países a buscar la manera de sacar a sus ciudadanos de esa ciudad caribeña y la más pobre de América. Después de resguardar a su personal diplomático no esencial, varios países han diseñado planes para retirar a los nacionales, una medida que ya iniciaron Estados Unidos y Canadá, pero que también replicaron China, República Dominicana y Perú.
Ottawa evacuó en dos días a más de 80 personas y las trasladó hacia suelo dominicano; Perú hizo lo propio con ocho; en tanto que Francia organizó vuelos especiales coordinados entre el ministerio de Exteriores y el de Defensa para más de 170 ciudadanos y otros 70 de terceros países. En la embajada que París tiene en Haití están registrados entre 1,100 y 1,500 franceses.
Con las pandillas controlando el 90% de la capital de Haití, Puerto Príncipe, las vías para salir del país son reducidas. Las naciones que están en contacto permanente con sus ciudadanos en Haití deben coordinar para sacarlos por métodos alternativos. Las salidas no pueden concretarse en vuelos regulares desde la capital haitiana porque el aeropuerto internacional Toussaint-Louverture está fuera de funcionamiento desde principios de marzo y las empresas dieron de baja los vuelos a Puerto Príncipe.
El aeródromo que sí opera es el de Cabo Haitiano, en el norte del país, pero el acceso a esta ciudad es complejo, dado que las rutas cuentan con la presencia de pandilleros, motivo por el que desde el exterior desalentaron “fuertemente todo desplazamiento por carretera”. La contracara de los civiles que quieren huir del país para resguardarse es la de los haitianos que fueron deportados a la isla, a pesar de que organismos internacionales piden que dejen de devolver a los ciudadanos hacia un sitio que supone un grave riesgo.
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) advirtió que “la vida, la seguridad y la libertad de las personas haitianas se ven amenazadas por la confluencia del alarmante aumento de la violencia de las pandillas y las violaciones a los derechos humanos”, y recalcó que los Estados tienen la obligación de asegurar el bienestar de los haitianos que “necesiten protección internacional como refugiados”. Las personas no solo quieren dejar la isla, sino también Puerto Príncipe, el punto central donde las pandillas están presentes. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), entre el 8 y el 20 de marzo más de 33,000 personas dejaron la capital.
El último informe de Naciones Unidas, publicado el jueves 28 de marzo, recalcó que el territorio caribeño vive un “cataclismo”, luego de que 1,500 personas fueran asesinadas en los primeros tres meses del año. En ese sentido, el experto en derechos de Naciones Unidas, William O’Neill, afirmó que Puerto Príncipe necesitará entre 4,000 y 5,000 policías internacionales para luchar contra la inseguridad.
Ocho meses atrás, el propio O’Neill había aseverado que la necesidad se satisfacía con entre 1,000 y 2,000 miembros de seguridad. El analista lo dijo el jueves durante una conferencia de prensa donde se presentaba el informe de la Oficina de DD. HH. de la ONU. Este documento resaltó la necesidad que se concrete el despliegue de una misión multinacional para respaldar a la policía local.
O’Neill recalcó que los ataques de las últimas semanas, que apuntaron a aeropuertos, cárceles, escuelas y hospitales, implican un incremento “alarmante” de los actos delictivos de las pandillas. El agravado momento también llevó a que 1,4 millones de personas estén al borde de la hambruna y que la cantidad de desplazados internos, unos 50,000 para julio pasado, haya subido a 362,000.
Via: france 24