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Opinión

Conocimiento, amabilidad y honestidad como claves para la verdad – Por: Camillo Bello Wilches

La amabilidad, a menudo subestimada en los círculos académicos, juega un papel crucial en la comunicación de la verdad…

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Conocimiento, amabilidad y honestidad como claves para la verdad - Por Camillo Bello Wilches
Foto: Centra News

La búsqueda y comunicación de la verdad han sido temas centrales en la filosofía desde la antigüedad, pero pocas veces se reflexiona sobre las condiciones necesarias para alcanzarla. Sócrates, en su diálogo Gorgias, menciona tres virtudes esenciales: conocimiento, amabilidad y honestidad. Estas cualidades no solo son fundamentales en el ámbito filosófico, sino también pilares en instituciones como la Universidad Francisco Marroquín, donde la verdad y la libertad son valores fundacionales. Pero ¿cómo se interrelacionan estas virtudes y por qué son necesarias para encontrar y decir la verdad?


El conocimiento, entendido en su dimensión metodológica, es el primer requisito para la búsqueda de la verdad. En palabras de Karl Popper, “la ciencia avanza a través de conjeturas y refutaciones”. Sin un marco metodológico sólido, el acceso a la verdad se torna arbitrario. El conocimiento implica más que acumular información: requiere un entendimiento crítico, la capacidad de formular preguntas y un compromiso con el rigor intelectual. En el ámbito académico, este rigor es la brújula que orienta investigaciones, debates y aprendizajes. Sin embargo, el conocimiento por sí solo no basta. Como advierte Sócrates, muchos poseen conocimiento, pero carecen de la voluntad de aplicarlo con rectitud.


La amabilidad, a menudo subestimada en los círculos académicos, juega un papel crucial en la comunicación de la verdad. Decir la verdad no es solo un acto intelectual; es también un acto social. Una disposición amable facilita el diálogo y crea un espacio donde las ideas pueden ser compartidas y examinadas sin temor. Hannah Arendt, en su análisis sobre la verdad y la política, enfatizó que el discurso debe ser inclusivo para sostener una esfera pública vibrante. En una sociedad polarizada como la nuestra, la amabilidad no es una mera cortesía, sino una herramienta para construir puentes y evitar que el conocimiento se convierta en un arma de exclusión.


Finalmente, la honestidad es el eje que conecta el conocimiento y la amabilidad. Ser honesto implica un compromiso inquebrantable con la verdad, incluso cuando es incómoda o contraria a nuestros intereses. En un mundo saturado de desinformación, la honestidad es una resistencia contra las narrativas manipuladoras. Friedrich Nietzsche, aunque crítico de la idea de “verdades absolutas”, valoró la honestidad como la virtud que permite enfrentar las incómodas verdades de nuestra existencia. En la Universidad Francisco Marroquín, este principio se refleja en la misión de formar individuos con criterio propio, capaces de discernir entre verdades y mentiras.


La integración de estas tres virtudes no solo facilita el acceso a la verdad, sino que la hace accesible y útil para los demás. En un entorno donde el conocimiento sin amabilidad puede ser frío, y la amabilidad sin honestidad puede ser superficial, es la combinación de estas virtudes la que nos permite abordar la complejidad de nuestra realidad. Como Sócrates señala, no se trata solo de poseer estas cualidades, sino de aplicarlas de manera coherente.


En el contexto actual, marcado por la información fragmentada y los discursos polarizantes, el compromiso con el conocimiento, la amabilidad y la honestidad se vuelve más relevante que nunca. La Universidad Francisco Marroquín, al promover estas virtudes, no solo honra su legado académico, sino que también ofrece una guía para enfrentar los desafíos éticos e intelectuales del presente. La verdad, aunque esquiva, se convierte en una meta alcanzable cuando se busca con rigor, se comunica con empatía y se defiende con integridad.

(Colombia/España) Licenciado en Filosofía por la Universidad de Barcelona con especialización en Filosofía Política, posee una certificación universitaria en Coaching Educativo por la Universidad Antonio de Nebrija de Madrid. Tiene una maestría en Diseño Editorial y Publicaciones Digitales por la Universidad Internacional de Valencia y actualmente cursa una maestría en Estudios Hispánicos por la Universidad Francisco Marroquín. Es miembro y director de Publicaciones en el Instituto Fe y Libertad, Coordinador y catedrático del área de humanidades en la Facultad de Ciencias Económicas de la UFM.