Mundo
La sequía en Bolivia, muertes por olas de calor y bosques devastados por incendios
![](https://centranews.com.gt/wp-content/uploads/2023/10/Bolivia-2.jpeg)
La muerte de siete ancianos por las olas de calor en el este del país, los bosques devastados por incendios provocados al ampliar los cultivos agrícolas y el aire que llega contaminado por estos a las principales ciudades reflejan la sequía que azota Bolivia a causa del cambio climático y el fenómeno de El Niño. Un panorama crítico que han alertado autoridades, expertos medioambientales y dirigentes indígenas.
La senadora Cecilia Requena, del Comité de Medio Ambiente del Senado, dijo a France 24 que las altas temperaturas en el oriente boliviano han alcanzado un récord de 42 grados centígrados y la sensación térmica es mayor, lo que ha causado las primeras muertes por estas olas de calor, en un contexto combinado con la mala calidad del aire producto del humo de los incendios forestales.
La muerte de siete personas, con edades de entre 70 y 90 años, y con enfermedades de base, se produjo en los últimos días en la zona de la Chiquitania, del departamento de Santa Cruz. “Tenemos informes de San José de Chiquitos de que hubo siete óbitos por el golpe de calor que hemos tenido en días pasados. Son siete personas adultas con síntomas de deshidratación, que llegaron al centro de salud ya sin signos vitales”, dijo Carmelo Salvatierra, director de Redes Urbanas del Servicio Departamental de Salud de Santa Cruz, según cita el diario La Razón.
La senadora subrayó que Bolivia está mostrando su vulnerabilidad y su falta de adaptación ante el cambio climático. En paralelo, el país afronta incendios de sus bosques por ampliación de la frontera agrícola, una práctica que realizan tanto los pequeños campesinos productores como los empresarios agropecuarios (Este mapa de calor de Green Peace muestra los incendios y sus áreas en Bolivia).
Según los reportes oficiales, Bolivia ha sufrido este año la quema de más de 2 millones de hectáreas, de las cuales 23 % eran bosques. Los ambientalistas temen que los daños puedan ampliarse hasta 6 millones de hectáreas devastadas, como ocurrió en 2019.
La legisladora, de la opositora Comunidad Ciudadana, criticó que el gobierno de Luis Arce no ha logrado detener las quemas forestales en un contexto de altas temperaturas y sequía, y no ha declarado emergencia nacional para solicitar ayuda internacional.
El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, señaló en las últimas horas que se han movilizado 3.800 bomberos y se han realizado 239 descargas de agua desde cinco helicópteros para sofocar los incendios de magnitud logrando que esta semana bajen de 21 a ocho, lo que, además, contó con la ayuda de las lluvias registradas en La Paz, Santa Cruz y Cochabamba.
Los incendios forestales, producto de los chaqueos, se comenzaron a registrar en agosto. Desde entonces se han apagado 104, según datos del Gobierno. Según el ministro, los incendios disminuyeron en Santa Cruz y en Cochabamba, y los bomberos están concentrados ahora en el norte del departamento de La Paz y en la zona amazónica de Beni.
Novillo destacó que “hay un gran descenso de los incendios” en el país por lo que cuestionó que se produzcan manifestaciones en La Paz contra el Gobierno para pedir la declaratoria de emergencia o desastres nacional con la idea de solicitar ayuda internacional, lo que ha sido descartado por el Gobierno hasta ahora.
Las autoridades también han detenido a siete personas acusadas de provocar incendios en el departamento de Santa Cruz. La práctica de las quemas o “chaqueos” en Bolivia consisten en prender fuego en tierras para ampliar la frontera agrícola, pero los incendios siempre se descontrolan afectando los bosques.
El Gobierno ha anunciado que endurecerá las penas contra quienes prendan fuego a las tierras, aumentando la prisión de 4 a 8 años, y las multas por hectárea quemada de bosque subirán de 0.20 dólares a 20 dólares.
Sin embargo, la oposición, los ambientalistas y los indígenas cuestionan que el Ejecutivo mantenga en vigencia normas, que en la práctica, aceptan los “chaqueos” como la Ley 741 de 2015, que permitió subir el área de desmontes de 5 a 20 hectáreas por cada unidad familiar; también la ley 1171 del 2019, que estableció un perdón de multas a los que habían causado quemas y desmontes sin autorización, y el decreto 3973 de 2019, que levantó las restricciones para quemas en áreas forestales en los departamentos de Santa Cruz y Beni.
En ese sentido, en la ciudad de Santa Cruz, que ha estado cubierta por el humo de los “chaqueos”, más de un centenar de dirigentes indígenas analizaron durante dos días la situación de sus derechos y firmaron este viernes una resolución que, entre otras reivindicaciones y reclamos al Estado, exige anular las leyes que permiten incendios con fines agrícolas.
“Ante el desastre ambiental que viven los pueblos indígenas en sus territorios y la población general en las ciudades, debido al daño ambiental, por los masivos incendios provocados, exigimos se deroguen las leyes incendiarias que permiten los desmontes y autorizan las quemas”, reza el comunicado emitido por el Encuentro de Pueblos Indígena Originarios.
El dirigente guaraní Franz Tarucaya, participante del encuentro, declaró a France 24 que los indígenas del oriente están sufriendo “por una crisis climática fatal nunca antes vista y que por causa de otras personas también se ha empeorado todo con la escasez de agua”.
“Para nosotros, lo más importante es la conservación de los bosques que tenemos porque nos genera el alimento diario. Y la triste realidad es que nosotros no somos los provocadores del fuego, pero somos los que sufrimos más las consecuencias”, dijo Tarucaya.
Para el activista Juan Carlos Calderón, secretario ejecutivo de la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático, el origen de este problema está en la política “Sembrando Bolivia” de 2015, aprobada en el gobierno de Evo Morales, que autoriza a los agricultores con pequeñas unidades productivas a desmontar hasta 20 hectáreas para ampliar la frontera agrícola.
Sin embargo, también los grandes empresarios lo hacen para ampliar los cultivos de soja, que es uno de los productos agrícolas más exportados por Bolivia. Según el activista Calderón, de un total de tres millones de hectáreas agrícolas existentes en Bolivia, un poco más de la mitad son de soja, producida por las “grandes empresas” de la agroindustria.
Calderón concluyó con que “hay una gran contradicción en el Gobierno porque habla de la Madre Tierra, pero Bolivia permite la deforestación” De hecho, en la Cumbre Amazónica, celebrada este año en Brasil, Bolivia estuvo en desacuerdo con la propuesta de frenar la deforestación, recordó Calderón al subrayar que el Gobierno “no ha mostrado una voluntad política” al respecto agravando el cambio climático.
Via: france 24